¿Quién te dijo esa mentira?

Bonus Especial: La despedida

(Eli)

Tras la boda de Tania era hora de la despedida. Por fin, y después de tantos meses esperando había llegado la hora de viajar a Nueva York para realizar las prácticas que tan deseosa estaba de empezar. Sabía que echaría de menos a Simón y al resto, pero los sueños están para cumplirlos.

Había quedado con todos en casa pero cuando llegué me sorprendí a no ver a nadie allí. Creí que se habían escondido para salir de repente pero no fue así, entré a mi habitación y sobre la cama encontré un sobre con una nota dentro.

'Sentimos no estar en casa, pero ¿en serio pensabas que te ibas a despedir con una mini fiesta casera?  Que poco nos conoces. 

Nos vas a hacer un favor. Vas a ponerte un vestido nuevo que tienes dentro de tu armario, te vas a pintar los labios del rojo más intenso que tengas y un taxi pasará a recogerte en una media hora para llevarte a la dirección que hay a la vuelta de esta nota. 

Te esperamos allí'.

Dejé la nota sobre la cama y abrí mi armario donde vi un precioso vestido negro, estrategicamente colocado. Lo saqué y lo dejé junto a la nota. Me dirigí al baño y me dí una ducha. Tras peinarme y maquillarme, me puse el vestido, recogí la nota y salí a la calle donde efectivamente había un taxi esperándome. Me preguntaba que habrían montado, aunque conociéndolos a todos sabía que harían de esa noche una de las más especiales.

El conductor para delante de una enorme puerta de madera y entendí que aquel era el sitio al que tenía que entrar. Bajé del coche tras un intento nulo de pagar al señor por el viaje, pero de eso también se habían encargado los demás.  Llamé a un pequeño timbre que había junto a la puerta y Simón apareció tras ella, trajeado y con una graciosa pajarita perfectamente colocada.

-Estás preciosa - susurró cerca de mis labios, antes de regalarme un dulce beso

-Se puede decir lo mismo de ti - respondí con una enorme sonrisa dibujada en la cara

-Bienvenida a su fiesta - dijo cediéndome el paso al interior de aquel sitio, que aun no lograba descifrar que era

Seguí a Simón a través de un pasillo que llevaba a lo que parecía un patio decorado con luces y farolillos de diferentes colores. Habían varias mesas repartidas por las estancia y todas repletas de comida.

-Espera aquí - me indicó Simón que desapareció tras unas escaleras

Miré a mi alrededor, admirando todo lo que habían montado, cuando empezaron a sonar unos acordes de una canción que me resultaba familiar, pero que no terminaba de ubicar.

-Ella iba caminando sola por la calle - reconocí la voz de Inma cantando -pensando '¡Dios qué complicado es esto del amor!'. Se preguntó a si misma cuál habría sido el detalle, que seguro cupido mal interpretó...

-El daba como cada noche vueltas en la cama - Le siguió la voz de Simón mientras todos los invitados empezaban a aparecer por allí, entre ellos Isaza y Villa con sus guitarras - sonó de pronto una canción romántica en la radio. Quizá fue Michael Bolton quién metió el dedo en la llaga....- miré atenta a Simón que sonreía casi sonrojado - y como le faltaba el sueño fue a buscarlo 

Siguieron la canción cantando ambos a la vez mientras Sue, Aleja y Tania me abrazaban. Nos balanceábamos al ritmo de la música mientras Simón e Inma ponía todo el sentimiento a la canción, que sabía Simón había escogido para mi.

-Dos extraños bailando bajo la luna - empezaron el estribillo - se convierten en amantes al compás de esa extraña melodía que algunos llaman destino y otros prefieren llamar casualidad

A medida que avanzaba la canción Simón se acercó a mi y agarró mi mano haciéndome bailar con él ante la mirada de todos los que allí estaban. Sentía pequeñas lágrimas de emoción y felicidad recorriendo mis mejillas. No podía ser más afortunada de tenerlos a todos, y en especial de tenerle a él. 

Era mi última noche en Bogotá y estaba claro que iba a ser una de esas que no se olvidan en mucho tiempo.