Capitulo 31

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(Inma)

Puede que irme del aula de esa forma habría dejado a Sebastian confuso, pero no podía dejar que sus intentos de conquistarme jodieran todo lo que tenía con Isaza.

Sebastián era genial. Divertido, humilde y muy adorable. Además reconozcamoslo tenía unos labios muy tentadores y era realmente guapo. Tenía claros mis sentimientos por Isaza, pero también sabía que Yatra se estaba colando en mi cabeza con esa actitud juguetona y esa forma de mirarme, que hacia que se me erizara la piel.

-¡Vaya! Hola pequeña zorra - saludó Martina frente a mí

-¡Oh genial! Lo que faltaba - bufé

-Yo tambien me alegro de verte- ironizó

-Adiós, pequeña perra -la imité- no tengo tiempo para ti

-Pues es una pena, ahora que vamos a tener que compartir a tu querido Juan Pablo - rió

-¿Perdón? - pregunté confusa

-Veo que aún no te ha dicho nada - respondió riendo

-¿Decirme qué? - fruncí el ceño

-Hace unos días que le dí a Juan Pablo la gran noticia de que va a ser papá - me respondió

Me quedé en shock por un momento, pero me negué que eso fuera cierto.

-¿Y cómo sabes que es suyo? -pregunté- con lo fácil que te abres de piernas podría ser hijo de cualquiera

-Mi niña, asimila que Juan Pablo volverá a ser mio gracias al bebé que viene en camino - me guiñó un ojo y se fue

'¡Genial!' Pensé 'Por si no teníamos bastante drama ya en nuestra vida...' Por lo visto este día estaba destinado a ser un día de mierda. Primero la guitarra, luego mi huida y ahora Martina y sus grandes noticias. Llegué a casa y me tiré en el sofá. Estaba cansada de tanto drama, pero supongo que debía hablar con Isaza y también con Yatra, antes de que todo se fuera a la mierda, si es que no se había ido ya. Busqué el teléfono en el bolsillo de mi chaqueta y llamé a Isaza, que llevaba ya un par de días en México.

-Hola, nena - me saludó al descolgar

-Hola, grandullón - respondí

-¿Qué tal? ¿Nerviosa? - preguntó

-Un poco sí - susurré

-¿Pasa algo? te noto rara - dijo al notar que mi voz no era la más animada

No tenía ni idea de como sacar el tema de Martina, no quería acabar discutiendo sobre ello y menos por teléfono, pero era algo que teníamos que aclarar cuanto antes.

-Hoy me encontré con Martina - dije como si nada

-¿Ah sí? ¿y te dijo algo? - preguntó con voz inquieta

-Creo que lo mismo que te dijo a ti hace unos días - respondí

-Inma, yo...- empezó a decir - quería decírtelo, pero con Yatra de por medio tenía miedo de que...

-¿De que acabará echándome en sus brazos? - dije- ¿Y pensaste que era mejor ocultarlo?

Cerré los ojos y solté un largo suspiro. Sentía que la cabeza me iba a explotar. Yatra, Isaza y ahora también Martina y su embarazo. Quería desaparecer durante un tiempo y volver cuando todo estuviera calmado, pero si algo había aprendido de mi relación con Leo era a enfrentar mis problemas tuvieran las consecuencias que tuvieran.

-Inma, creo que esto deberíamos hablarlo cara a cara- susurró

-Has tenido oportunidad de hacerlo - respondí - y te lo callaste...

-Tenía miedo ¿vale? - dijo casi a la defensiva- Sé de sobra que Yatra esta despertando sentimientos en ti y si te lo decía me arriesgaba a perderte, si de verdad ese niño es mio, quiere decir que esa noche me acosté con Martina y eso solo empeoraría esto...

-¿Y mentir lo arregla? - pregunté- Si no podemos confiar el uno en el otro ¿dónde va esto Isaza?

-¿Acaso quieres romper? - dijo en un tono muy serio

-¡Ah no! No pongas palabras que yo no dije en mi boca - me enfadé- simplemente digo que estaría bien haberme enterado por ti y no por esa perra...

-Quizá también estaría bien que tú me dijeras que sientes por Sebastián - me atacó

-No lo sé ¿vale? - exclamé - estoy hecha un lío y ahora más...

-Quizá lleves razón y esto no vaya a ningún sitio- colgó

Intenté volver a llamarlo pero no contestaba. Me quedé un rato allí, intentando no pensar. Relajándome para poder actuar aquella tarde y que todo saliera bien. Apenas comí a mediodía. Me arreglé un poco con unos vaqueros rasgados un poco anchos y doblados en los tobillos. Unos botines negros y una camiseta y americana del mismo color. Caminé hasta escuela donde todos los niños estaban agrupados en el patio, mientras sus madres hablaban entre ellas. Fui directa al aula a dejar algunas cosas y allí estaba Sebastian, parecía estar esperándome.

-Muy linda - dijo al verme

-Gracias - susurré

-¿Pasó algo? - preguntó - la noto preocupada

-Prefiero no hablar de ello -dije- quiero centrarme en intentar arreglar esa guitarra

Giré la mirada y vi una guitarra totalmente nueva, barnizada en negro, donde debería estar la vieja y estropeada.

-Espero te guste - dijo al ver mi cara de asombro

-Dime que no la compraste para mí - respondí a su comentario

-Eso sería mentir - se encogió de hombros

-No puedo aceptarla es demasiado - dije intentando no parecer desagradecida

-Rechazar un regalo es de mala educación - bromeó

-Pero es que no puedo aceptar algo así - lo miré - es demasiado, y no tienes porque hacerlo

-Acéptalo, por favor - me pidió- mira Inma, no te voy a mentir, es obvio que siento algo por ti -comenzó a decir- pero esto no tiene nada que ver con eso. Sí te regalo esta guitarra es porque me he dado cuenta de lo importante que es la música para ti, por alguna razón que desconozco cuando tocas pareces libre y tienes un talento increíble que deberías explotar - se acercó un poco - y entiendo que quieres a Juan Pablo, que no me verás con los ojos con los que miras a él, pero me gustaría formar parte de tu vida, aunque sea a través de esta guitarra...

Sonreí. Por un momento Yatra había dejado su lado seductor, para sacar esa versión suya tan adorable. Estaba siendo sincero y se lo agradecía, así que no tuve más que aceptar aquella preciosa guitarra en la que Sebastián había escrito, en uno de sus laterales, una pequeña dedicatoria con un bolígrafo plateado 'Para que cuando te fallen las palabras, la música hable' .

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora