Capitulo 28

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(Isaza)

Me desperté un rato antes de que sonara el despertador de Inma. Me gustaba verla dormir, con esa paz que desprendía y esa absurda sonrisa que tenía a veces en el rostro. Me levanté y fui al baño a darme un ducha rápida, tanto que para cuando acabé Inma aun seguía durmiendo. Me vestí y fui a la cocina a preparar algo de desayuno. La noche anterior Inma había mejorado bastante y sabía que hoy iría a la escuela a recuperar los días que había perdido.

-Buenos días- dijo entrando a la cocina mientras se frotaba los ojos

-Buenos días- respondí ofreciendole su café

-¡Ay café cuánto te he echado de menos! -pegó un trago

-El día que me digas eso, me sentiré muy especial -bromeé

-Es que si no te vas, no puedo echarte de menos - se encogió de hombros

-Bueno, pronto tenemos algunos conciertos por México - respondí- así que tendrás tiempo para echarme de menos

-Pero solo lo haré porque nadie me prepara el café tan bien - sonrió

Terminó de desayunar y fue a darse una ducha y cuando estuvo vestida, insistí en acompañarla a la escuela. Fuimos caminando. No estaba muy lejos de casa y teníamos tiempo de sobra como para ir dando un pequeño paseo.

-Estaba pensando...-comencé a decir- estos días tienes que trabajar mano a mano con Sebas ¿no?

-¿Te puedes creer que ya se me había olvidado? - rodó los ojos como si no le agradara la idea

-Veo que no te gusta la idea - reí

- A ver no es que no me guste- respondió- pero Sebas es muy intenso, pero no intenso de cargante -se explicó- sino que es alguien con mucha personalidad y muy seguro de sí mismo

-Pues como yo - dije sonriendo- ¿acaso eso es malo?

- Uno, tú no eres seguro de ti mismo, eres un narcisista en potencia -bromeó- o sea, tu te miras al espejo y tienes orgasmos solo por eso -se echó a reír - y dos, mola que Sebastián sea tan coqueto y tan...¿adorable? - pensó- pero esta bien para un rato...

-Con que Yatra es adorable ¿eh? - alcé una ceja

-Sí - se encogió de hombros - pero no tanto como mi osito gruñón - dijo con voz burlona mientras me pellizcaba una mejilla

-¿Osito gruñón? - reí- creí que ya había dejado de ser un gruñón

-¡Ah no! -rio- siempre vas a ser Míster Simpatía, te guste o no -bromeó- solo que como estos días te has portado tan bien, pues dejaste de ser ogro para ser osito, pero lo de gruñón no puedes perderlo, va en ti

-Eres de tonta a veces...- negué con la cabeza

-De alguien se me estará pegando - miró para otro lado

-¿Estás insinuando algo? - me paré y la miré

-¿Yo? No- respondió- lo estaba afirmando

Tiré de su mano hacia mi y la besé. Me gustaba esa forma de ser que tenía. Tan divertida y natural. Me gustaba cuando decía la primera estupidez que se le pasaba por la cabeza como si nada, sin filtro alguno. Me gustaba que fuera tan ella.

-Creo que me voy a replantear el dejarte ir a trabajar - sonreí a pocos centimetros de su cara

-¿Tanto miedo tienes de que Yatra me enamoré? - bromeó

-Sabes que no tiene nada que hacer contra mí, recuerda que yo tengo el otro extremo del hilo - le acaricié la mejilla

-¿Cuándo nos hemos vuelto tan cursis? - escondió su cara en mi pecho

Reí al verla así, contrastaba con la imagen de ella el día anterior. Sabía que yo la hacía feliz y que estaba ayudándola a superar cosas que cualquiera en su lugar quizá no podría. Inma era alguien fuerte y valiente, pero a la vez era vulnerable. Sabía que ella estaba depósitando mucha responsabilidad sobre mí, pues cuanto más conocia de ella y de su horrible experiencia más me daba cuenta de la facilidad con la que podía romper ese corazón aún frágil, al que, aunque no lo reconociera, le asustaba enamorarse y ser feliz.

-Voy dentro - dijo separandose de mi con un beso en la mejilla - te quiero, osito - rio

La vi entrar a la escuela saludando a uno de los niños que parecía haberla echado de menos. Antes de entrar por la puerta se giró y se volvió a despedir de mi con la mano. Le devolví el gesto.

Volví a casa. Los chicos me estaban esperando en la puerta, había olvidado que teníamos ensayo y llegaba tarde.

-Ya era hora - dijo Villa

-Perdón -me disculpé- fui a acompañar a Inma a la escuela y se me fue el santo al cielo

-Tanto amor te está dejando tonto -bromeó Martín

Entramos y fuimos directos al estudio. Afinamos algunos acordes y repasamos algunas de las nuevas letras. Fue una mañana productiva que acabó con todos nosotros tirados en el sofa del estudio mirando nuestros teléfonos. Entré en instagram para ver que se cocía por alli. Vi que Yatra había subido algunos stories y decidí echarles un vistazo, solo por curiosidad.
Inma salía en uno de ellos tocando la guitarra y cantando una de sus canciones, mientras él la grababa sin que ella se enterase.

-...Devuélveme el corazón, no quiero vivir así. Devuélveme las promesas y la vida que perdí - se la veía tan dulce- Devuélveme esa canción, la que con sueños escribí. Y llévate los recuerdos que me duelen más que a ti...

Sentí rabia por dentro. Y no me mal interpreteís, adoraba oirla cantar fuera de quién fuera la canción, pero sabía que él estaba retándome con ese video y aunque tenía ganas de devolverselo, no entré en el juego, porque si lo hacia acabaría decepcionandola a ella y no iba a pasar otra vez por ello.

-¿Yatra e Inma? -preguntó Simón

-Sí...- respondí- él esta colaborando con la escuela para un festival qie hacen todos los años

-Yo cuidaria que no me quitará a la chica -me avisó Martín - ya sabes como es...

-Inma está que se muere por los huesos de este perro -me señaló Simón- no se va a dejar embaucar por Yatra...

-Inma es inteligente -respondí- y confío en ella

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora