¿Quién te dijo esa mentira?

Capitulo 83

(Inma)

Los padres de Isaza me habían invitado a pasar el día con ellos, así que decidí ir hasta su casa dando un pequeño paseo con Malta. No vivían demasiado lejos y odiaba tener que utilizar la vieja camioneta de Juan Pablo.  Susana me abrió la puerta y me abrazó eufórica.

-Ya teníamos ganas de verte - me dijo

-Yo también me alegro de verte, Susana - reí al verla tan emocionada

La acompañé hasta la cocina donde estaba el resto de la familia, terminando de preparar la comida. Me abrazaron uno a uno y me senté en una de las banquetas que había al rededor de la mesa. Charlamos durante un largo rato. Las hermanas y el padre de Isaza se fueron a preparar la mesa del porche, para comer allí, mientras yo terminaba de ayudar a Elena en la cocina.

-¿Cómo está después de lo que pasó en España? - me preguntó con cierto tono de preocupación en la voz

-Estoy bien - respondí - aún quedan algunas - me señalé la brecha de la frente - pero anímicamente estoy bien

-¿Y el bebé? - sonrió - ¿Sigue sin hacerte ilusión?

-¿Eso te dijo Juan Pablo? - me sonrojé - La verdad es que sigo un poco sin creerlo,  la manera en la que nos enteramos no fue la mejor y creo que eso hace que no termine de asimilarlo...

-Ambos son muy jóvenes - dijo - pero van a ser unos papás maravillosos

-Y nosotras unas tías muy cool - añadió Angela que entraba con su hermana a la cocina

-No me cabe la menor duda de eso - reí

La comida fue divertida y la tarde aun más. La pasamos jugando juegos de mesa y contando anécdotas sobre Juan Pablo, quién me llamó entrada ya la noche. Me retiré a la cocina para hablar con él y descolgué la llamada.

-Hola, mi amor - dijo divertido

-Hola osito - contesté con una sonrisa absurda en la cara

-¿Cómo andas, pequeña? - preguntó 

-Triste, extrañándote mucho - dije fingiendo un puchero

-Yo también te extraño - respondió - estoy deseando que se acabe la gira

-Ya queda menos - reí -¿Qué tal vuestro concierto anoche?

-Espectacular - se la notaba alegre - ¿qué tal anda el bebé?

-Bien supongo, no se queja - bromeé - ya me hizo engordar un poquito pero aún se puede disimular

-Ando deseoso de dar la noticia a todo el mundo - dijo alegre

- Pues yo no sé que se van a  tomar peor tus fans - respondí - si la noticia de que vas a ser papá o la de que estás comprometido

-Me decanto por la segunda - bromeó

-Inma las pizzas ya llegaron - dijo Susana entrando a la cocina - ¡hola hermanito! - exclamó

-¿Estás con mis hermanas? - preguntó Isaza riendo

-Con tus hermanas, con tus padres, con Malta - contesté - me invitaron a pasar el día con ellos

-Pues no te distraigo más - dijo a modo de despedida - Te quiero gordita

-No me llames así - reí - te quiero 

Volví con su familia y tras cenar, sus hermanas y yo fuimos al dormitorio de Susana donde pretendían que durmiéramos juntas. Vimos una película en la televisión del dormitorio y después charlamos y reímos durante un buen rato.

-¿Sabes? Me alegra que Sasa por fin haya dado con la correcta - dijo Ángela 

-¿Recuerdas cuándo nos habló de Inma la primera vez? - dijo Susana riendo

-Sí, nunca le había visto tan embobado hablando de un chica - respondió

-Y ahí fue cuando supimos que eras tú la definitiva - me miró Susana divertida

-Ni si quiera me conocíais - reí - ¿cómo ibais a saberlo? 

-Porque después de hablar con nosotras, fue a buscarte - respondió- era un día súper lluvioso, seguro llegó empapado a tu casa

Me sonrojé al darme cuenta de que estaban hablando del día que Isaza y yo nos acostamos por primera vez. Aún recordaba como me había besado ese día sin dejarme hablar y todo lo que vino después.

-¿Puedo saber que os dijo? - pregunté con curiosidad

-Nos matará por contártelo - rió Susana - pero nos contó que le habías besado la noche anterior

-Para quitarle a Martina de encima - añadió Angela - y que ese beso le había gustado más de lo que esperaba, como si con él le hubieras abierto los ojos...

-Así que le dijimos, que si tanto le había gustado que averiguara lo que tú sentías por él - continuó Susana - y con esas fue a buscarte

Me sorprendía la idea de que hubiera pedido consejo a su hermanas, pero también me resultaba tierno. Isaza no era alguien que abría sus sentimientos así como así y me gustaba saber que tenía ese tipo de confianza con ellas. 

-Y una duda - dijo Angela - ¿cuándo la boda?

-Gran pregunta - reí- aún no decidimos nada, quiero dejar que pase un poco el tiempo, no sé...no me veo muy preparada para pasar por el altar aún

-¿Nos quieres hacer sufrir? - bromeó Susana - con las ganas que tengo de ver a nuestro hermanito todo nervioso esperando a verte llegar vestida de blanco...

Reí algo nerviosa y la verdad es que desde la pedida ni Juan Pablo ni yo habíamos sacado el tema dela boda. Suponía que él no quería agobiarme y que respetaba que yo quisiera tomármelo con calma, pero quizá con un bebé en camino era hora de plantear el tema. Aunque la verdad, no quería verme toda embarazada pasando por el altar y me resultaba bonita la idea de esperar que el bebé naciera y casarnos cuando creciera un poco, no todos los niños tenían la suerte de ver a sus padres casándose.

La mañana siguiente me levanté antes que las chicas y fui directa a la cocina donde me encontré con la madre de Isaza, que estaba preparando el desayuno.

-Buenos días - dije entrando por la puerta 

-Buenos días, mi niña - me sonrió - ¿Un café? 

-Por favor - respondí 

-¿Cómo durmió? - me preguntó dejándome la taza sobre la mesa

-Bien, aunque ahora que me estoy acostumbrando a dormir sola me faltó espacio - reí 

-Cuando vuelva mi hijo lo vas a mandar al sofá - bromeó

-No lo descarto - me encogí de hombros - aunque no creo, me gusta cuando me abraza estando dormido

-¡Qué tiernos! - exclamó