(Inma)
Llegamos a casa, tras nuestro gran fin de semana con los demás, y como imaginareis, Isaza no se había olvidado de la conversación que tuvimos durante el desayuno. Así que nada más entrar por la puerta me abrazó por la cintura.
-Creo que tenemos algo pendiente - dijo
-Que yo sepa, lo tienes con la almohada - respondí retirando sus manos y siguiendo mi camino
-¿De verdad vas a dejar que caiga en brazos de la almohada? - dijo con una voz dolida
-Sí - le miré sacándole la lengua, antes de entrar en el domitorio.
Me siguió y se sentó en la cama, agarrando la almohada como si de una chica se tratara y acariciándola de una forma muy sugerente, fingiendo disfrutar del tacto de la tela. Yo sentía esa necesidad de provocarle, de hacerle sufrir antes de darle lo que quería, así que de espaldas a él, e ignorando su momento de intimidad con aquella pieza de tela rellena, me quité la camiseta, lentamente, sabiendo que su mirada estaría fija en mi. Dejé la prenda sobre una de las sillas y me giré. Me miraba atento, con una sonrisa juguetona dibujada en la cara y enarcando una ceja.
-Te gusta hacerme sufrir ¿verdad? - dijo mirándome de arriba abajo
-¿Me lo dices a mí o a ella? - dije bajándome provocativa uno de los tirantes del sostén sin apartarle la mirada
Se pasó la lengua por los labios de una forma muy sensual. Desabroché el botón de mi pantalón y me los quité.
-Es una pena, no poder competir con ella - sonreí jugueteando con mi pelo - por que claro, estás caderas marcadas, este culito prieto y estos pechos bien puestos - dije acariciando de manera muy provocadora cada una de las partes que iba nombrando- no tienen nada que hacer contra esa tela suave, ese relleno esponjoso y esa figura tan rectangular...
-No, no hay nada que puedas hacer contra eso - me miró muy excitado
-Supongo que entonces, mejor me voy y os dejo solos - susurré aun en tono coqueto
Pasé delante de él a modo de provocación. Luciéndome de la mejor manera que supe y pasando de largo. Se acercó por mis espalda y me agarró por las caderas-
-No puedes hacer todo eso y pretender que lo ignore- susurró en mi oído con una voz que hizo que me excitara de más
-Nadie ha dicho que lo ignores- me giré para besarlo- eres tú quien la prefiere a ella
Tomó mis caderas con más fuerza, acercándome a él e intensificando un beso cada vez más candente y lleno de deseo. Le quité la camiseta. Acaricié su pecho, su abdomen hasta llegar a su pantalón, el que desabotoné y dejé caer a sus pies. Lo llevé hasta la cama, sentándolo al borde ella. Me quedé de pie frente a él, que se aferró a mi cintura, mientras yo tomaba su cara entre mis manos.
-Me debes una compensación - susurró - y la quiero con intereses después de todo este numerito...
Sonreí mordiéndome el labio y accedí a su petición, liberándolo de su ropa interior y haciéndome dueña de la situación durante unos largos minutos. Lo oí jadear excitado, disfrutando totalmente de su 'recompensa'. Cuando se dio por satisfecho, me tumbó en la cama, quedando encima de mí, y siendo ahora él quien manejara el momento, y se cobrara esos intereses.
-¿Sabes? - dijo mientras nos relajábamos tras ese apasionado momento - hay algo que adoro de ti y es la intensidad que pones en la cama, todo esto es nuevo para mí
-Chico, ni que estuvieras descubriendo el sexo por primera vez - reí
-No, claro que no - se explicó - pero contigo es distinto, no sé, tú lo ambientas de otra manera
-¿Es tu forma de decirme que soy buena en la cama? - me incorporé un poco, tapándome con la sábana
-Supongo - rió- pero no es eso a lo que quiero llegar, es a que da la sensación de que ves el sexo de una forma diferente al resto
-A ver, es que el sexo no es solo yacer en la cama y ya está - respondí - o sea, para mí todo esto es un juego, una manera de conectar con la persona que tienes al lado y si lo conviertes en algo monótono y aburrido, al final afecta en otros ámbitos de la pareja - intenté explicarme- creo que, como suelen decir, hay que mantener viva la llama...
-¿Con él también eras así? - preguntó casi en un susurró
-No, ni mucho menos - respondí - o sea siempre he tenido este pensamiento, pero para llevar a cabo este juego erótico al final es importante confiar en la otra persona e incluso que te haga sentir seguridad en ti mismo, cosa que tú me aportas y que él me quitaba - le acaricié la barba
-¿Ni si quiera al principio de vuestra relación? - siguió preguntando
-Por mucho que te guste una persona - dije- por muy bien que vaya la relación, la cama es un tema a parte y él siempre ha tenido ese lado posesivo y dominante, que a ver no es algo malo, siempre que no te excedas en ello - dije pensando mi respuesta- me explico, a mi me encanta cuando tú llevas la iniciativa y haces conmigo lo que 'quieres' pero lo haces sin faltarme al respeto y sin hacerme sentir inferior...
-Y si te sentías así - hizo una breve pausa - ¿Por qué no acabaste antes la relación?
-Porque cuando crees estar enamorado. Cuando crees que ese chico, es el hombre de tu vida - dije casi en tono irónico - te ciegas, no ves las cosas con la claridad que se ven desde fuera. Tomas esos comportamientos como algo normal - suspiré - y cuando te das de bruces contra el muro a veces es demasiado tarde...- miré para otro lado
-Perdóname - susurró- no quería que te sintieras mal yo solo...
-No me siento mal - respondí - me gusta que me preguntes y me escuches - le sonreí - hablar de ello es una manera de dejar ese miedo atrás...
-Sabes de sobra que estoy aquí, para cuando necesites hablar - me acarició la mejilla
- Lo sé perfectamente, igual que sé que si no fuera por ti probablemente no hubiera sido capaz de seguir adelante...- respondí - contigo siento que puedo conseguir cualquier cosa, por imposible que parezca, por eso cuando me pediste matrimonio acepté casi sin pensarlo, si no cometía esa locura por ti ¿por quién lo iba a hacer? - me encogí de hombros
-Toda nuestra relación es una locura - respondió risueño
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¿Quién te dijo esa mentira?
FanfictionAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...