Capitulo 30

1.8K 120 153
                                    

(Inma)

'Se acercó a mi por detrás, cubriendo mis ojos con un pañuelo que anudó con cuidado. Sentí una de sus manos apartar mi pelo hacía un lado, dejando mi cuello a merced de sus labios, que  hábiles se desplazaban por él dibujando un camino de besos a sus paso. Sus manos acariciaron mis hombros, bajando por mis brazos hasta llegar mis caderas, las cuales agarró con dulzura. Dio un leve mordisco al lóbulo de mi oreja y me mordí el labio. 

Me dio la vuelta, Desabrochó uno a uno los botones de mi vestido y muy despacio se deshizo de él, dejándome solo en ropa interior. Con suavidad me tumbó sobre la cama. Se colocó sobre mí, besando mi vientre, la parte superior del pecho y de nuevo mi cuello, donde además dejó suaves mordiscos que me hicieron emitir un tímido jadeo. Deslizó su mano izquierda sobre mi pierna derecha. Tentó mis labios con los suyos un par de veces, casi podía distinguir esa sonrisa coqueta disfrutar de como mi boca buscaba la suya, hasta que por fin me besó. Fue un beso sensual, muy caliente y muy lleno de intenciones. 

Sentía mi corazón latir excitado y mi respiración agitarse, a medida que él jugaba conmigo a su antojo y yo deseosa de sus caricias, de sus besos solo me dejaba hacer.

-La noto muy caliente, señorita - susurró en mi oído...'

Me desperté de golpe. Acababa de tener un sueño erótico con Sebastián y a deducir por lo agitado de mi respiración y lo excitada que me sentía lo había disfrutado y mucho. Estos días con Yatra ya empezaban a traer consecuencias.

-¿Estabas disfrutando?- miré a Isaza, quién sonreía juguetón

-No sé de que hablas - me avergoncé

-Vamos, he oído tus jadeos - alzó una ceja

'Pues si supieras que no eras tú quién me los provocaba' pensé. Le ignoré y volví a echarme en la cama dándole la espalda Isaza. Me moría de la vergüenza y, aunque solo había sido un sueño, también culpable, muy culpable. Noté a Isaza acercarse a mi con una evidente erección. 

-No pretenderás que ignore ese calentón que traes ¿no? -susurró provocador

-Sí, lo pretendo - respondí muy seca

-Venga Inma - rogó- podemos hacer ese sueño real 

-No - contesté apartando su mano de mi cintura- no podemos 

Me levanté de la cama en dirección al baño. Isaza me siguió y me agarró por detrás. 

-¡Tío, Yatra te he dicho que no! - exclamé alterada

-¿Qué me acabas de llamar? -me soltó de golpe, mirándome desconcertado.

'Genial, Inma, simplemente genial' pensé sarcástica. No fui capaz de encontrar una excusa creíble, así que solo me metí en el baño y cerré la puerta tras de mí. Me apoyé en lavabo y me lavé la cara con agua fría. Me sentía horrible, no solo había tenido un sueño con Sebastián, sino que había llamado 'Yatra' a mi novio para terminar de cagarla. 

-Eres tonta no, lo siguiente - susurré mirándome en el espejo.

Salí del baño sin saber como enfrentarme a Juan Pablo, que estaba en la cocina apoyado en la encimera mirando a la nada.

-Yo...- titubeé- no...no sé que decir

-¿Te gusta verdad? - preguntó notablemente cabreado

-¡¿Qué?! ¡No! - exclamé

-¡Venga! ¿te crees que soy imbécil? - rió irónico- he visto como disfrutabas, y no se disfruta así con alguien que no te gusta

-¡Sólo ha sido un sueño! - me defendí 

-Ya...un sueño - susurró enojado

Salió de la cocina casi sin mirarme para volver al dormitorio. Quise gritar y llorar de rabia, pero era tarde y eso no serviria de nada. Me preparé un té caliente y me lo tomé en el sofá del salón. 'Sácale de tu cabeza' me rogué con los ojos empañados, antes de quedarme dormida.

Me levanté con un horrible dolor de cuello por haber pasado parte de la noche en el sofá. Fui al dormitorio y entré sin hacer ruido pero me percaté de que Isaza no estaba allí. Oí el agua de la ducha, así que fui a la cocina a preparar algo de desayuno, quizá con ello conseguía un poco de perdón por lo pasado durante la madrugada. Preparé café, tostadas y fruta como a él le gustaba y lo coloqué todo sobre la mesa de la cocina.

-Buenos días -dijo al entrar en la cocina aun con la toalla anudada a su cintura y secándose el pelo con otra más pequeña 

Su tono aun parecía enfadado y no tenía cara de muy buenos amigos. Imaginaba que tampoco habría dormido demasiado. 'Es que eres idiota, mira lo que tienes delante y tú soñando con el otro' me regañé a mi misma. 

-Buenos días - susurré dando un sorbo a mi café

-Gracias por el desayuno - se sentó en uno de los taburetes llevándose a la boca un trocito de fruta

-No es necesario que las des - sonreí

Me llevé la mano al cuello masajeandolo un poco, mientras él desayunaba en silencio. Aquello me estaba matando, pero tampoco es que supiera que decir.  Así que decidí irme a la ducha, al menos eso me relajaría. Entré en el baño y desee que aquella ducha hubiera durado eternamente. Sentir el agua caliente fue como un bálsamo relajante. Me coloqué un albornoz y salí al dormitorio a buscar entre mis cosas, alguna pomada que calmara el dolor. 

-¿Necesitas ayuda con eso? - preguntó Isaza, ya vestido, desde la puerta al verme con elle en la mano

-Puedo hacerlo sola - respondí 

-Trae acá - me quito el tubito de la pomada de las manos

Se plantó frente a mi y apartó mi pelo hacía el lado contrario. Me pidió que me bajara un poco el albornoz y así  lo hice, dejando mis hombros descubiertos. Echó un poco de la fría crema sobre mi cuello y suavemente comenzó a masajearlo. 

-Avísame si te hago daño - susurró

Asentí, alzando la vista para mirarle. Estaba serio, muy serio. Sabía que lo pasado la madrugaba anterior le había dolido y me quería morir por ser tan estúpida de no saber que decir o que hacer para remendar mi fallo.

-Lo siento -murmuré- soy una imbécil, y merezco que estés enfadado - miré hacía otro lado

-Sí, te lo mereces - respondió - pero no voy a pasar el día antes de mi viaje a México enojado contigo - dijo- solo entiende que después de lo de anoche no me voy a ir tranquilo


-*-*-*-*-*-*-*-*-
¡Hola! Sí, ya esta aquí la pesada de la escritora de nuevo 🤷‍♀️
Pero quiero preguntaros si os gustaría un bonus de Sebastián Yatra o si preferís otro de los personajes, acepto sugerencias 🙃
¡Besos!

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora