¿Quién te dijo esa mentira?

Capitulo 64

(Isaza)

Habíamos pasado nuestra primera noche en España. Aún teníamos unos días antes de empezar la gira de conciertos y aun con los efectos del jetlag decidimos quedarnos en el apartamento a descansar. Pedro fue a buscar a quien sería su ayudante, alguien que se conociera el territorio español, durante el tiempo que estuviéramos allí y que conviviría con todos nosotros, incluyendo a Pedro. La mañana casi todos la pasamos metidos en nuestros dormitorios, hasta la hora de comer. Pedimos algo de comida para que nos la trajeran al apartamento y así evitarnos salir de la casa. 

-¿Quién creéis que vendrá este año como ayudante? - preguntó Simón

Todos empezaron a sacar su propias conclusiones, ningún año habíamos tenido al mismo asistente y aunque estaba bien que diferentes personas tuvieran oportunidades, esperábamos que este año viniera alguien que ya nos conociera, ya que eso nos facilitaría mucho más las cosas. 

-Yo espero que vuelva Sophie - dijo Martín refiriéndose a la asistente del año anterior

-Sí, Sophie era muy buena - añadió Villa- y nos organizaba todo de una forma muy profesional

-Recemos porque vuelva ella - bromeó Simón

La verdad es que los chicos tenían toda la razón, Sophie era una profesional de los pies a la cabeza y además tenía nuestra edad, lo que facilitaba mucho la relación con ella. Era cariñosa y muy divertida. Ella era mexicana, aunque por temas familiares acabó estudiando y trabajando en España. Solía organizarnos la agente siempre dejándonos largos ratos libres entre compromiso y compromiso, cosa que le agradecíamos porque a veces se nos hacían pesados tantas entrevistas o eventos.

Al acabar de comer, decidimos jugar un poco al FIFA, mientras hacíamos tiempo a que Pedro llegará. Cosa que no tardó mucho en suceder. Entró hablando con alguien, de quién pronto reconocimos ese acento mexicano.

-¡Sophie! - exclamó Villa abrazándola - ¿qué tal? ¿Cómo te va todo?

- Increíble, ya saben con mucho trabajo - respondió- ¿Qué tal ustedes? 

-Cansados - dijo Simón al tiempo que la recibía con un par de besos- el viaje se nos hizo muy largo

-Un gusto volver a verte - le dijo Martín

Llegó mi turno de saludarla y lo hice con un sentido abrazo. Entre Sophie y yo había una bonita amistad, aunque en algún momento de la gira anterior esa amistad había ido a algo más. Pero ambos tuvimos siempre nuestros límites claros, o al menos siempre habíamos tenido claro que lo nuestro no iba más allá de lo que pasó en su momento. 

-¿Cómo le va Juan Pablo? - me preguntó 

-Muy bien, Sophie - respondí - ¿qué tal va todo por aquí por España? ¿Alguna novedad? 

-No, ninguna - dijo sonriente - solo trabajo y más trabajo. Ya vi que conociste a alguien - me miró interrogante, casi pidiendo que le contara todo

-Sí, se llama Inma - sonreí - creo que os llevaríais bien si os conocieraís

-Me encantaría ¿no vendrá durante la gira? - me preguntó

-Que yo sepa no - me encogí de hombros- pero ya me sorprendió yendo a México, quizá lo haga también viniendo aquí

Hablamos con ella durante un largo rato poniéndonos al día de todo y además, Sophie nos puso un poco al tanto de las novedades de la gira de este año, repasando los conciertos y también las entrevistas ya concertadas con las radios y televisiones. Tras ello, y para hacer tiempo antes de cenar fui a mi cuarto para poder hablar con Inma tranquilamente. Abrí el ordenador y conecté con ella por videollamada. 

-Hola, gordito - saludó sonriente al descolgar

-¿Qué tal está mi chica? - pregunté 

-Genial, pasando unos días con mis abuelos - respondió ampliando aun más su sonrisa- me tienen muy mimada 

-No creo que te mimen tanto como yo - le guiñé un ojo

-Ahora mismo sí - rió - pero porque mimar a distancia es complicado

-¿Qué tal fue la charla con mi madre? - pregunté ya que el día anterior apenas habíamos tenido mucho tiempo de hablar

-Fue muy bien - dijo algo más seria- tuvimos una conversación bastante profunda, pero tu madre es muy linda en todos los aspectos

- Pero ¿de qué hablaron? - insistí

- De ti - respondió 

-Interesante - dije pensativo - me criticaron mucho ¿cierto?

-Lo suficiente para desahogarnos por completo - bromeó- fuera de bromas, solo me comentó que había notado ciertos cambios en ti en cuanto a tu relación con tu ex novia y creyó que yo te dije algo o influí de alguna manera en ello

Daba por hecho que mi madre habría puesto a Inma al tanto de todo lo mucho que influyó mi relación con Martina en el ámbito familiar. Mis padres, aunque lo respetaban, nunca les terminó de agradar esa relación. En un principio Martina les resultó encantadora, pero desde fuera ellos vieron detalles que yo no conseguía detectar y al final cada vez que iba a verlos siempre discutíamos por esas pequeñas diferencias. Yo estaba cegado y ella sabía como hacer que yo siempre me pusiera de su lado, lo que acabó trayéndome problemas con mis padres y acabé alejándome de ellos, pero al conocer a Inma, saber que ella echaba en falta tener una familia que la apoyara y que la quisieran, caí en la cuenta de lo mucho que yo había perdido por seguir los pasos de alguien a quién nunca le había importado. Así que visité más a mis padres, no solo para recuperar ese tiempo perdido y pedirles disculpas por mi comportamiento, sino también por Inma, que necesitaba ese núcleo familiar que la acogiera y la hiciera sentir realmente en casa. 

-Inma, siento no haber sido sincero contigo en ese tema - susurré - pero hablar de Martina...

-No pidas disculpas - sonrió - está bien, y lo entiendo. Además se lo mucho que te cuesta sacar las cosas 

-Pero, debería habértelo contado yo - respondí 

-A mí también me hubiera gustado saberlo por ti - dijo - pero no le des más importancia de lo que tiene

Conversamos durante casi una hora. De como había ido mi vuelo, de los próximos conciertos y de los que teníamos planeado para lo que quedaba de día. Hasta que sus abuelos la reclamaron para ir a comer y se despidió de mi, aunque no se lo puse fácil.