(Inma)
Faltaba apenas un media hora para que me tocara salir al escenario con Sebastián y me moría de los nervios además, para colmo no dejaba de pensar en Isaza y en su futuro hijo, si es que de verdad era suyo, porque aún lo dudaba. Aunque eso no era lo que me dolía, sino el hecho de que no me lo dijera, de que no confiara en mi. Hubiese preferido la verdad. Me hubiera gustado que hubiese tenido el valor de enfrentarme y decirme que Martina estaba embarazada. Que quizá él era el padre y que, aunque él no lo recordaba, había cometido la estupidez de acostarse con ella aquella noche. Entendía su miedo y su desconfianza en cuanto a mis 'sentimientos' por Sebastián. Sabía que él estaba dolido y que no se había ido a México con la confianza de dejarme aquí con Yatra, pero hubiese agradecido ese pequeño acto de valentía en él.
-¿Se puede? - dijo Yatra sentándose a mi lado en uno de los bancos del patio de la escuela
-Sí claro - respondí
Se sentó a mi lado y me ofreció lo que parecía una tila. Se había tomado la molestia de ir a una de las cafeterías cercanas y traerme algo para que me relajara.
-No sabes como te lo agradezco- dije dándole un sorbito
-No tienes por qué -sonrió- creí que la necesitabas
-Sí - asentí con la cabeza
-¿Puedo decir algo que quizá te ayude? - preguntó
-Adelante - le animé
Se giró para mirarme y agarró mi mano con mucha suavidad, gesto que me tranquilizó un poco. Apoyó el otro brazo en el respaldo del banco. Sentía su mirada dulce puesta en mí. He de decir que me resultaba muy tierno que hubiera dejado de lado al Yatra coqueto y presumido por unas horas.
-Estoy seguro de que cuando subas ahí, y te oigan cantar quedaran alucinados - sonrió- eres muy talentosa y vas a comerte ese escenario - continuó- y si te sirve imagina que en ese escenario solo estamos tú y yo como en los ensayos
-Seguiré tu consejo - sonreí
Me tomé la tila con calma y fuimos a por las guitarras para prepararnos. Nos metimos en la zona de detrás del escenario a esperar que nos tocara. Cuando llegó la hora salimos al escenario. Él se colocó a mi derecha y los niños estaban justo detrás colocados como si fueran un coro. Respire hondo y recordé lo que Sebastián me había dicho e intenté relajarme. La música empezó a sonar y cerré los ojos durante unos segundos, imagine que allí no había nadie más.
- Es triste ver la noche si no estás. No puedo más - empezó a cantar él - No quiero más
-Te fuiste antes de tiempo sin hablar. Sin explicar - Le seguí - Y ya no estás
Apenas aparté la mirada de él durante la actuación y sabía que él tampoco apartaba la suya. Aquello se volvió algo íntimo que nos envolvió a ambos, y al público con nosotros. Estaba disfrutando de aquella actuación y por un momento me olvidé de las preocupaciones que había llevado allí conmigo. Me olvidé de Martina y de su futuro hijo, de la posibilidad remota de que Isaza fuera el padre y de que estaba dividida entre dos chicos.
- Y aunque yo te amo sin razón- finalizó la canción mientras algunos de los niños se acercaban a mi con corazoncitos hechos a mano- Devuélveme el corazón
Sonreí. Aquello me pareció demasiado dulce y en un acto de devolverle ese gesto tan lindo, me acerqué a él para darle uno de los corazoncitos.
-Te lo devuelvo - bromeé
-Prefiero que te lo quedes - susurró
Ambos nos sonreímos. Nos moramos fijamente, mientras nuestras bocas se acercaban lentamente, hasta unirse en un beso suave y tierno. Noté sus manos agarrar mi cara con suavidad. Coloqué mis manos sobre su pecho y durante unos segundos me dejé llevar, pero había algo en eso beso que no estaba bien, y es que aquellos labios no eran los de Isaza. Me aparté de él despacio, intentando no ser muy brusca y negué con la cabeza. Salí del escenario casi corriendo y dejé la guitarra en parte trasera de éste. Escuché unos pasos que me seguían y una mano agarró mi brazo, frenando mis pasos.
-¡Inma, espera! - dijo Sebastián - Lo siento, no debería haberlo hecho
-No, gracias - respondí - gracias por ese beso, por que acabas de abrirme los ojos
No sabía como explicarlo, pero al besar a Sebas me dí cuenta de que por mucho que me atrayera esa personalidad suya, Isaza era el único capaz de remover las mariposas de mi estómago con sus besos. Era el único que conseguía que mis labios quisieran más y hacía que me perdiera en su boca, olvidandome de todo lo que me rodeaba.
-No entiendo - me miró confuso
-Sebas, eres increíble - le dije- pero siento decirte que...
-Estás enamorada de Juan Pablo ¿cierto? -terminó mi frase- y besarme solo ha confirmado algo que ya sabías
Asentí, mientras él me miraba serio. Me sentía fatal por partirle el corazón de aquella manera, sabía que él no se lo merecía, me había tratado realmente bien durante esto días y había sido todo un caballero, pero mi corazón tenía grabado el nombre de Juan Pablo y no permitía el paso a nadie más.
-Tiene mucha suerte - rompió el silencio- y espero que te sepa cuidar bien...
Le dí un abrazo y un beso en la mejilla a modo de despedida. Salí de allí con el teléfono pegado a la oreja, quería oír la voz de Isaza, decirle que me daba igual Martina, su bebé y todo lo que viniera a partir de ahora, que quería estar con él. Quería que aquello saliera bien y que aprendiéramos juntos a solucionar nuestros dramas.
- El teléfono al que llama no se encuentra disponible -me dijo la voz del contestador
- Isa, soy...bueno es obvio quien soy - dije- por favor llámame, tenemos que hablar ¿vale?
Espere casi dos horas hasta que por fin tuve noticias de Isaza, aunque no fueron precisamente las mejores.
*Veo que has tardado poco en olvidarte de mi* - escribió junto a una foto del beso que Yatra me había dado tras la actuación
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Y tras este maratón de capítulos narrados por Inma, os prometo unos cuantos seguidos narrados por Isaza.
¡Espero que estéis disfrutando del fic y su gran dosis de drama!
Y por cierto, aviso que a partir de ahora subiré bonus más a menudo, para que no perdáis el hilo del resto de dramas secundarios.
¡Saludos!
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¿Quién te dijo esa mentira?
FanficAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...