Capitulo 40

2.2K 116 61
                                    

(Isaza)

Era viernes por la tarde y estábamos en casa, yo viendo un partido en el televisor, mientras Inma en la otra esquina del sofá intentaba concentrarse en leer un libro, y digo intentar, porque estaba ausente, con la cabeza en otra parte. Había pasado varios días intentando hablar con su prima, y cuando lo consiguió solo fue para que Sue le echara en cara que se preocupara más por como se sintiera Villa que por ella, que era su prima. Sue estaba dolida, pero no creo que tuviera el derecho de tratar asi a su prima.

-Ya se le pasara el enojo -le dije

-Espero -respondió sin levantar la vista del libro

Me incorporé en el sofá y tiré un poco de ella para que se sentará entre mis piernas y lo hizó,  apoyando su espalda sobre mi pecho. La abracé por la cintura y le di un beso en la cabeza. Estuvimos así hasta que acabó el partido y le propusé salir para despejar la mente. Nos dimos una ducha rapida y fuimos al dormitorio a vestirnos. Ella se pusó una blusa negra con transparencias que conjuntó una mini falda roja de talle alto, con algo de vuelo, mientras que yo me puse unos vaqueros claros y una de mis mejores camisas. Se maquilló un poco y cuando estuvimos listos fuimos a un local cercano a tomar algo. Nos sentamos uno al lado del otro, en una mesa del fondo que tenía un pequeño banquito.

-Me gusta este sitio- dijo mirando algunos de los cuadros que había colgados

-A mi me gustas tú - respondí mirándola

-¡Wow! ¿en serio? - se giró para mirarme- yo creía que te gustaba la camarera

-No está mal, la verdad -bromeé- ¿crees que debería pedirle el teléfono?

-Si quieres tener descendencia, mejor no lo hagas - sonrió

-¿Me estás amenazando? - acerqué mi boca a la suya

-Puede -me besó sonriente

Comimos algo allí y pasamos un buen rato riendo y haciéndonos selfies absurdas.
Inma fue al baño y aproveché ese momento para subir una foto en la que yo salía besándole la frente y ella riendo, y la subi a mi instagram. 'Me ha costado tanto robarme tu corazón, que no pienso devolverlo en un buen rato' añadí al pie de la foto. Las notificaciones no tardaron en llegar, pero bloqueé el teléfono y volví a guardarlo en el bolsillo.

-¿Qué te parece si vamos a otro sitio? -propuse cuando ella volvió del baño

-Me parece perfecto - se encogió de hombros

Dimos un pequeño paseo hasta llegar a un pequeño antro que sabía le encantaría. Solían poner buena música y podría echarse unos bailes. Pedimos nuestras bebidas y nos sentamos en una de las mesas libres. Inma no tardó en animarse a bailar, insistiendo en que bailara con ella y aunque me resistí acabé cediendo. Sonó algo de merengue y salsa. Estaba siendo una noche perfecta en la que Inma bebió algo mas que yo y se la veía divertida con aquellas copas de más.

-Creo que voy un poco borracha- dijo abrazandose a mi y escondiendo la cara en mi pecho

-¿Tú también lo has notado? -bromeé

-¡Qué vergüenza! - dijo riendo

-¿Por qué? - pregunté - te ves muy chistosa así

-No te rías de mi - fingió un puchero- ¿Nos podemos ir a casa? - pidió

-¿Tan pronto? - la miré alzando una ceja

-Si son casi las tres de la mañana - se quejó - y tengo sueño

-Que poco aguante tienes - reí

-Soy toda una abuela, lo sé -sonrió divertida- pero aún sabiendolo me quieres

-Y mucho -la besé en la frente

Salimos del local. La noche estaba fría, excusa que aprovechó Inma para pegarse a mi. Pasé mi brazo por encima de sus hombros y así recorrimos el camino hasta casa.

-De niña adoraba pasear con mis padres por Bogotá - susurró

-¿Solías venir mucho? -pregunté

-Pasabámos aqui todos los veranos -respondió- pero hace unos años mis padres decidieron no venir más

-¿Y por qué dejaron de venir? - quise continuar la conversación

-Discusiones familiares - se limitó a responder- la verdad es que nunca supe bien la razón...pero mi madre no acabó en muy buenos terminos con mis abuelos, por eso dejaron de venir a visitarlos

-¿Y tú no has ido a visitar a tus abuelos desde que llegaste? - me interesé

-Sí, Sue y yo hemos ido un par de veces - sonrió- estoy segura que les encantarías - me miró - sobre todo a mi abuelo...

-¿Ah sí? - reí

-Sí, él también adora la música - dijo- de hecho fue quien me enseñó a tocar la guitarra y el piano- rio- recuerdo lo mucho que se alegraba cuando conseguía que aprendiera un acorde, yo era tan torpe...

-Seguro que adora verte tocar ahora - susurré

-Sí, ahora ve que todas esas horas que me dedicó tuvieron su fruto - rió

Siguió contandome anécdotas sobre su infancia. Era bonito verla así, recordando todos los momentos bonitos de su niñez y por como hablaba de sus abuelos entendí que eran dos personas muy importantes para ella. Reconozco que me encantaban estos momentos con ella, en los que la conocía un poquito más.

-Recuerdo un verano, nos llevaron a un pueblito de la costa - comenzo a contar - y era la primera vez que veia la playa. Sue y yo nos metimos en el agua y una plantita me rozó la pierna y salí corriendo asustada pensando que era un pez

-Hubiese dado lo que fuera por ver eso- rei

-Tarde días en volver a entrar al agua - se sonrojó

Llegamos a casa y fuimos directos a dormir. Nos pusimos nuestros respectivos pijamas. Inma tardó apenas unos minutos en quedarse dormida. Mientras yo me quedé ahí mirandola. Pensando en lo mucho que habia cambiado mi vida desde que la conocí. Recordé el día que la ví por primera vez. Si alguien me hubiera dicho que aquella chica que me miraba con intriga bajo la luz de una farola, iba a convertirse en alguien tan importante en mi vida, probablemente no le hubiese creído, y ya llevábamos casi cuatro meses juntos. Cuatro meses intensos en los que habíamos vivido de todo y en los que habíamos cometido la locura de comenzar a convivir juntos aun sabiendo que era poco el tiempo que llevabámos juntos.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora