Me Perteneces

Capítulo 19

Mario: todo cambiará sí te comportas cómo debes y dejas de ser tan rebelde.- ¿rebelde? Hace mucho que deje de serlo.- no me sirves de nada queriendo permanecer bajo esas cobijas, parece que no existes. Esta noche hay una "fiesta" a la que debo ir, todos llevan a sus mujeres así que no veo la razón de porque no llevarte a ti.- por un momento sentí el alivio en mi pecho de saber que, por primera vez en mucho tiempo el viento tocaría mi piel.- ya que no puedo dejar que vayas a comprarte tú sola me veré con la necesidad de ir a comprarte algo yo personalmente y que tú te quedes aquí.- tomó mi mano esposada y puedo jurar que sentí mi piel erizarse y mis piernas temblaron al sentir su toque, metió una llave y me dejo libre.- te llevaré a conocer la casa para que puedas andar libremente sin que te consumas en solo 4 paredes.- apenas me había dado cuenta de que vestía una camisa color negra que me llegaba hasta la mitad de mis muslos y una pantalonera color blanca, mi cabello húmedo caía sobre mis hombros, me levanté alejándome de él y esperando a que comenzará a caminar pero no fue así, me dio un leve empujón para que yo lo hiciera primero.- nunca me ha gustado que otras mujeres utilicen mis camisas pero debo aceptar que en ti se ven bien así que no tengo problema con ello.- me sentía incómoda y sucia estando a lado de él, odiaba que tuviera el descaro de hablarme bien cuándo es el causante de mi labio roto, marcas en el cuello y el miedo de tener a un hombre cerca.
Continuamos caminando en silencio por un pasillo oscuro sin ventanas, la madera crujía conforme íbamos caminando.
Mario: esta es mi habitación, esta a lado de la tuya así que cuándo necesites algo puedes venir o gritar sí gustas, te escucharé.- no abrió la puerta, al parecer no quería que supiera a detalle lo que había adentro.- baja con cuidado, estás débil y puedes caerte.- bajamos unas escaleras con alfombra media color vino, en el centro había 3 sofás de piel y un televisor grande frente a ellos junto a una mesita de noche. Entramos por una puerta color blanca y estaba 1 señora frente a la estufa, era la misma que algunas veces me llevaba la comida.