Capítulo 63

9.9K 447 0
                                    

Dejo de besarme y solo sonrió mientras acariciaba mi barbilla de una forma tierna.
Mario: haré que caigas ante mis encantos, así sea lo ultimo que haga.- no le había correspondido así que quizás esa fue una de las razones por las cuales lo dijo, habíamos quedado en que yo sería mejor persona con él pero cuándo se trata de muestras de afecto simplemente no puedo, no lo conozco lo suficiente cómo para poder decir que me gusta cómo persona así que compartir casa, habitación y cama con él ya era bastante difícil para mí, no podía actuar cómo su mujer porque en realidad no eramos nada y lo único que compartiríamos era un bebé que por cierto no planeé y que para la edad que tengo decir que soy mamá suena bastante difícil.
Tn: primero tienes que mostrarme quien eres, sí nos ponemos a pensar, yo no te conozco lo suficiente.
Mario: no tienes que conocer lo quien soy, me amarás sea cual sea la faceta que te muestre.- negué y él fruncio el ceño.
Tn: no puedo amarte sí no te conozco, no puedo amar las facetas que quieras mostrar ¿qué pasa sí solo me muestras tu frialdad? O peor aún, tu lado agresivo, eso no puedo amarlo.- él bajo la mirada, lo había herido y eso también me había dolido a mí...
Mario: conocerás lo que tengas que conocer.- dijo esto y después se retiró sin mirarme, sabía que lo había lastimado por lo que dije pero prefería ser sincera a quedarme callada cómo últimamente lo había estado haciendo, él no podía mandar en esto solo.
Decidí caminar a los alrededores de esta inmensa casa, me gustaría saber si hay un jardín en dónde me pueda sentar a imaginar historias o simplemente a ver las estrellas.  Toda la casa estaba sola y solo se escuchaban los platos en la cocina, supongo que Rose estaba preparando la comida, estaba demasiado aburrida y lo peor de todo es que aquí no había nada que pudiera distraerme.
Tn: ¿Rose aquí hay un jardín?- ella asintió mientras meneaba el contenido de una cacerola.
Rose: Sí lo hay pero ahora no está listo así que no podemos pasar.- asentí desganada y me quede sentada frente a ella con mi mano sosteniendo mi mejilla.- ¿quieres ayudarme a preparar una ensalada?

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora