Capítulo 110

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Esa mirada fría había regresado pero sin dejar ir aquél brillo que lo hacia especial, estaba esperando a que yo articulará alguna palabra sin embargo no podía hablar, ninguna oración salía de mi boca.
Mario: entonces ¿te quedarás ahí sin decir nada?- su voz ronca me sacó de mis pensamientos y volví en sí, lo miré por unos segundos más para después sonreír y ponerme en la misma posición que él.
Tn: sabes...ahora que te veo mejor, eres muy guapo.- él parecía no creerme en lo absoluto y sabía que algo estaba planeando.- el lunar en tu mejilla es muy lindo también.- me levanté de la silla para después ir hasta dónde el estaba y sentarme en su escritorio, tomé su rostro entre mis manos y lo acaricié levemente mientras sonreía.
Mario: oh, ¿de verdad crees eso?- se levantó de la silla para después colocarse entre mis piernas y tomarme de la cintura, por un momento me puse nerviosa pero las razones por las que me comportaba así atacaron nuevamente mi mente, tomé su camisa con suavidad y lo pegué más a mí logrando una ligera distancia entre nuestros rostros, me acerque lentamente para poder tocar sus labios sin embargo su mano tomó mi quijada para obligarme a verlo.- sea lo que sea que estás tramando, no funcionará.- dejó un beso fugaz en mis labios y después se separó de mí.
Tn: ¡por favor! ¿Qué tengo que hacer para que me dejes ir a México contigo?- él me miró desde su silla con el ceño fruncido.
Mario: ¿por qué tanta insistencia por ir a México? Seguramente allá tenías algún novio por lo tanto quieres ir a verlo.- negué rotundamente y él se cruzó de brazos sin dejar de verme.- ¿entonces?
Tn: quiero ir a la casa en donde mi abuela y yo habitábamos, hay algunas cosas que quiero guardar antes de que alguien la destruya o que se meta alguien más, no quiero que se pierdan...son valiosas para mí.- él rascó su nuca con fastidio y se levantó nuevamente de la silla para colocarse frente a mí.- por favor ¿sí?
Mario: no sé sí es buena idea ¿y si escapas?- rodé los ojos y levanté mi mano derecha.
Tn: prometo que no lo haré, es más, tú puedes acompañarme.- mi entusiasmo era muy notorio, mis manos se volvieron a colocar en su camisa con ansias.

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