Me Perteneces

Capítulo 21

Sentí que mi piel se erizaba con el rocé del viento y mi nariz era feliz con el olor a lluvia, Mario abrió la puerta de una camioneta negra y entre, el olor de su fragancia estaba impregnado en cada rincón de esta camioneta.
Mario: ese vestido te queda bien, tengo buen gusto.- se recargó en el respaldo cruzado de brazos.- de verdad espero que hoy sea  una gran noche y no haya ningún problema, quiero disfrutar, probablemente crearé nuevos negocios y lo más importante, quiero presumir a mi mujer y beber con ella.- trague en seco y solo me dedique a ver por la ventana.- quiero casarme contigo cuanto antes, creo que ya te lo había comentado sin embargo lo tomaste cómo un juego.
Tn: ¿estás loco? Yo no quiero casarme contigo.- me giré a verlo con terror, me atormentaba la idea de tener que compartir mi vida con alguien que no amaba y que me pateaba el trasero cada que se le antojaba.
Mario: lamento decirte que eso no lo decides tú, cariño.- colocó su mano en mi pierna haciendo un poco de fuerza causándome dolor.- tan solo imagínate las cosas buenas que sucederán sí te casas conmigo, tendrás una vida de reina, no te hará falta nada.- la camioneta freno de repente y él se apresuro a bajar de la camioneta, quería tomar mi mano pero yo la evadí y baje por mi propia cuenta.
Un guardia abrió la puerta con una sonrisa y en cuanto di un paso adelante de Mario me detuvo jalandome para así quedar a su lado, tomó mi mano y camino junto a mí.
Xx: hey Bautista ¿cuanto tiempo sin verte? Veo que te animaste a venir.- lo abrazo, por un momento pensé que me soltaría pero al contrario, me jalo junto a él.- vayamos a platicar de negocios ¿te parece? Le hablaré a una de las chicas para que acompañé a tu mujer a la barra.
Mario: ok...ve, ahora te alcanzo, tengo que decirle algo a mi esposa.- ¿su esposa? ¡Dios! El señor se retiró inmediatamente y Mario se inclinó un poco para poder alcanzar a ver mis ojos.- escucha, iré a ver que es lo que quiere el desgraciado ese pero no olvides que te tengo vigilada y no creo que nadie te deje salir, esperame aquí y no bebas ¿de acuerdo? De acuerdo.- dejo un beso brusco en mi frente y se fue desapareciendo entre la multitud.