Me Perteneces

Capítulo 80

No sé a que vine sí solo estaría sentada en un rincón mirando cómo todos se divierten a su manera, era una fiesta calmada y algunas parejas solo platicaban entre sí, mujeres bellas caminaban de un lado a otro cómo tratando de llamar la atención de algún chico.
Mario se había ido hace rato a no sé dónde y Catalina junto con Math se habían ido a la cocina por algunos aperitivos. Decidí levantarme y buscar algún lugar para estar más sola de lo que ya estoy, fue entonces cuándo al abrir una puerta de una de las habitaciones lo observe, estaba tirado en la cama y una chica morena estaba apuntó de subirse en él mientras desabrochaba su vestido e intentaba hacer un baile sensual, Mario se dio cuenta de que yo los estaba viendo y sus ojos se abrieron tanto que por un momento pensé que sus párpados se habían paralizado, rodé los ojos y volví a cerrar la puerta.
Podría salir corriendo ahora mismo de aquí pero ¿de que serviría? Digo, no es cómo sí ya tuviera un lugar al cual ir o aunque sea dinero para un taxi, ni siquiera sé en dónde estoy. Subí a la segunda planta y me deje guiar por el pasillo, al final de este había una puerta color marrón así que giré el pómulo y me adentre, era una sala vacía y dejaba la vista a la carretera a través de un balcón con cortinas blancas, me recargue en los barrotes marrones y deje que el aire fresco golpeará mi rostro.
___: ¿la fiesta está aburrida?- la voz ronca de ese chico me hizo girarme con un poco de terror, pensaba que estaría sola.- no te asustes, también descubrí esto apenas.
Tn: no es aburrida para los que están allá abajo de pie socializando con diferentes personas pero para mí que estaba solo postrada en un sillón, sí, es aburrida.- él camino hacía mí y la luz de la noche me dejó observar más su rostro.
___: Soy Peter.- extendió su mano hasta mí con una sonrisa resplandeciente y sus ojos avellana atentos a los míos.
Tn: mucho gusto, soy Tn.- fue lo único que dije y él me respondió sonriendo, se colocó a un lado de mí en el balcón y me miro.
Peter: ¿por qué no vas a casa?- me encogí de hombros, sí supiera que ni siquiera sé en dónde está esa casa y mucho menos quiero volver a ella esta noche.