Me Perteneces

Capítulo 22

Una chica de cabello negro me tomó del brazo y sonrió.
Xx: Hola, soy Pamela, vienes con Bautista ¿no?- asentí levemente, quizás ella podría ayudarme.
Tn: lamentablemente sí.- hice una mueca y ella solo acaricio mi cabello.
Pamela: sé por lo que estás pasando, noté lo posesivo que es contigo cuándo recién venían entrando y sin querer escuche lo que te decía.- suspiro.- no sé que es lo que sucede pero te ayudaré a escapar de aquí, conozco perfectamente esta casa así que sé por dónde están las puertas sin seguridad, solo tienes que actuar despistadamente, ríe cuándo yo haga movimiento con mis labios y trata de hacer muecas para que piensen que estamos hablando.- asentí levemente y comenzamos a caminar, todos estaban bastante distraídos como para darse cuenta que tomaríamos otro camino, entramos por un pasillo bastante iluminado con diferentes pinturas y fotografías antiguas, ella abrió una puerta de metal e inmediatamente sentimos lo fresco del viento y las leves gotas de lluvia.
Pamela: bien, hasta aquí puedo acompañarte ya que pronto vendrán a buscarme, ten cuidado y de verdad deseo que puedas librarte de esta pesadilla, corre lo más rápido que puedas.- asentí levemente y ella me regalo una sonrisa antes de salir corriendo por el pasillo.
Comencé a correr pero los tacones no ayudaban mucho, me perdí entre algunos árboles, por un momento me sentí salvada.

Narra Mario:
Terminé de conversar con el idiota de Salvador y regresé a dónde se suponía que estaba mi mujer.
Mario: Pamela ¿mi mujer fue al baño?- ella negó con la cabeza y trago en seco, esto no me estaba gustando en lo absoluto.
Pamela: bueno, ella me dijo que iría al baño sin embargo fui a buscarla pero no la encontré.- apreté mi mandíbula y la pegué bruscamente a la pared causando las miradas de todos los invitados que yacían allí.
Mario: ¡¿dónde está Tn?!- ella comenzó a tartamudear y sus ojos se humedecieron en segundos.
Pamela: ella escapó.- sentí que mi estómago ardía y quería golpearla sin embargo ahora lo importante era encontrarla, después me encargaría de ella.
Salí corriendo de la casa, no tenía idea de por dónde comenzar a buscarla pero sabía que no estaba lejos.