No tenía idea de que hora era, la tarde se me había pasado volando, me encontraba sentada en la orilla de la cama mientras miraba un álbum de fotos que había encontrado en uno de los cajones, en cada una de esas fotografías se encontraba Mario, la mayoría de ellas eran de cuándo era tan solo un bebé. Cerré aquel álbum después de haber visto las páginas una y otra vez, lo guarde en dónde anteriormente se encontraba y me dispuse a salir de la habitación. Cuándo pise el primer escalón para ir a la planta baja pude escuchar las voces de varias personas discutiendo sobre algo que no podía entender, había muchos hombres vestidos de negros y entre ellos solo podía diferenciar a Math y Mario, Loren se encontraba sentada a lado de él con sus piernas cruzadas y una mirada autoritaria. Mario había creado un pequeño jardín a un lado de la casa y lo conectó con la puerta de la cocina, baje las escaleras sin tomar importancia de los que se encontraban ahí y continúe caminando hasta llegar a la cocina, abrí la puerta que me llevaba a ese jardín y me senté sobre el césped. Al rededor de este estaba una barda de piedra bastante alta, quizás la hizo para asegurarse de que yo no podría escaparme ni aunque lo intentará. Las flores estaban perfectamente cuidadas y debido al viento se movían entre sí, mis ojos se centraron en el cielo estrellado y en la luna llena, de pequeña soñaba con tocar algún día las estrellas y mi abuela se encargaba de asegurarme de que en algún momento lo lograría y que sería la niña más feliz de la tierra, recuerdo que me decía que ella me había elegido del cielo y que había podido conseguir una estrella con un poco de trabajo. Escuche cómo la puerta era cerrada, señal de que alguien había entrado, no me inmute en siquiera voltear al presente, me quedé con las piernas cruzadas mientras observaba el cielo.
Mario: ¿Quieres hablar?- me encogí de hombros, sentí un pequeño aire en mis hombros para después sentir lo cálido de una sudadera, baje mi mirada hasta aquella e ignoré por completo su presencia.- he mirado que bajaste de la habitación y aprovechando que la reunión se termino, vine a hacerte compañía.
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Me Perteneces
RomanceEres mía ahora, mientras camines sobre la tierra me perteneces. Nada podrá hacerte daño. ~Dank