Me Perteneces

Capítulo 84

Él me había convencido de dormir a su lado, no sé cómo lo logró pero en fin, no tenía idea de que hora era pero lo que sí sabía era que mis piernas necesitaban movimiento y mi espalda tenía dolor debido a estar en la misma posición durante bastante tiempo, sus brazos y piernas me impedían hacer movimiento alguno, era demasiado fuerte comparado con mis fuerzas insuficientes.
Debo aceptar que estar así me ha permitido observar más de cerca cada una de sus marcas, sus pestañas negras adornaban sus ojos cómo sí se tratarán de dos pequeños soles, sus lunares interminables que de igual manera le daban una decoración bastante linda a su rostro, son cómo pequeñas estrellitas vigilando el sol.
Mi mano traviesa estaba apunto de rozar su cara cuándo aquellos "soles" se abrieron dejándome ver el profundo color café que habitaba en ellos acompañado de un "Boo" con voz ronca.
Mario: puedes tocarme.- tomó mi mano y la colocó sobre su mejilla, estaba cálido y una sonrisa se dibujo en su rostro en cuánto vio que no hice nada para desapartarme, su piel era suave a excepción de pequeños vellitos muy poco notables.- tu tacto se siente realmente bien.- suspiro mientras cerraba sus ojos y aquella sonrisa se borraba por completo.
Tn: iré a la cocina para ver sí el desayuno está listo, realmente estoy hambrienta.- él asintió rápidamente, cuándo estaba apunto de levantarme me sostuvo del brazo y me giré a verlo.- ¿qué pasa?
Mario: pensándolo bien, me gustaría bajar al comedor por primera vez tomando tu mano, o al menos contigo a mi lado.- se levantó de la cama de una forma rápida y no se preocupó por quitarse la pijama o arreglarse el cabello, solamente cepillo sus dientes junto conmigo y me tomó nuevamente de la mano para jalarme detrás de él y salir de la habitación.
Bajamos las escaleras, en ese instante el timbre de la puerta sonó y Rose apresuró su paso para abrirla, detrás de ella estaba una chica de tez blanca con cabello negro y bastante delgada, su cintura era tan pequeña y la forma de caminar meneaba sus caderas de una forma bastante sensual, era cómo una modelo sacada de alguna revista importante.
__: ¡Hola, he vuelto!