Me Perteneces

Capítulo 27

Mario: está un poco inflamado, quizás algo te cayó mal ¿bebiste?-negué con la cabeza y él asintió, después regreso a su lugar.- te llevaré con Frank cuando terminemos con esto.
Tn: de acuerdo.- me acomodé en mi silla un poco nerviosa.
Mario: creo que te dejé un poco hinchado el labio, no pude contenerme.- sentí mis mejillas arder cuándo los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente, relamí mi labio inferior y desvíe la mirada.
Tn: esas pinturas son hermosas.- dije mientras me levantaba y caminaba alrededor del salón admirando cada pintura que yacía ahí.
Mario: ¿te gustan?- él siguió comiendo mientras yo tocaba cada una de las pinturas.
Tn: sí, me gustan.- algunas tenían colores muy llamativos pero formaban algo, al menos para mí.
Mario: me gusta todo lo que tiene que ver con la pintura, esculturas, me gusta el arte.- se colocó a mi lado observando una de las pinturas y después me miro a mí.- tú eres arte, es por eso que estás aquí.
Tn: me gustaría ir a ducharme y cambiarme de ropa ¿podríamos hablar ya?- lo mire y él asintió rápidamente.
Mario: ayer me di cuenta de muchas cosas, no quiero ponerte reglas porque no eres una empleada pero por favor, no huyas de mí, estoy cansado de siempre tener que correr hacía ti, no lograrás escapar tan fácilmente así que deja de intentarlo ya que solo te lastimas tú, no te haré daño sí te comportas bien conmigo.
Tn: es que tú no lo entiendes...- él me acorraló a la pared colocándose el dedo índice en sus labios.
Mario: shht, sé que quieres volver a tu "vida normal"- rodó los ojos al decir lo ultimo.- pero debes de acostumbrarte a tu nueva vida, creeme que sí pones de tu parte la pasarás muy bien y juntos, poco a poco, formaremos una familia.
Tn: yo no quiero formar una familia contigo, no me gustas y no te amo.- ¿me dolió decirlo? Sí, sentí una presión en el estómago cuándo lo dije que solo quería darme una patada yo misma.- puedes buscar a alguien más y...
Mario: ¡no quiero a nadie más, entiendelo!- tomo mi rostro fuertemente y pegó sus labios a los míos, por más de que intentaba separarme no podía.