Capítulo 163

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Me quedé quieta mientras sentía cómo sus brazos me hundían en su cuerpo, el agradable olor de su fragancia inundo mi nariz haciéndome sentir mejor. Era increíble la forma en la que este hombre lograba hacerme sentir tranquila y protegida, nunca antes me había sentido así y creo que debo confesar que me asusta, me asusta llegar a depender de alguien para poder sentirme bien y tener el temor de que esa persona en algún momento dejará de amarme.
Mario: ¿sabes? Estuve pasando un mal momento sin ti, cuándo entre a la habitación después de no haber encontrado a Rose, estaba dispuesto a atacarte de nuevo, te observe dormir y era realmente fascinante, aquella ira que en esos momentos sentía se esfumó rápidamente y ni siquiera me di cuenta de ello, Sonreí cómo un completo estúpido y me acerque a ti para acariciar tus mejillas, intente seguir marcando esa barrera de hielo contigo cuándo salí de ducharme pero escuchar tu voz rota, es mi peor castigo.- no dije absolutamente nada, estaba tranquila en su pecho mientras su mano acariciaba mi hombro.- lamento sí fui hiriente contigo pero en esos momentos tenía mucha impotencia, no quiero que vuelva a repetirse.
Tn: sé que te molesto mucho que haya planeado la huida de Rose pero no podía permitir que le hicieras daño, cuándo llegue a esta casa, ella fue la única que me brindó su compañía y su calor maternal haciéndome sentir cómoda, me enseñó demasiadas cosas y era mi consejera cuándo quería salir corriendo de tu lado.- me giré a verlo, así quedando boca abajo con su brazo al rededor de mi cintura.- me dijo muchas cosas sobre ti en ese tiempo, dijo que eras un chico bastante conservador y que nunca te había mirado tan enamorado de alguien, me pidió que tratará de comprender tu actitud tan posesiva pero que te comportabas así porqué temías salir lastimado, dijo que aún eras un niño que necesitaba ser protegido y curado del alma.
Mario: aún así, me ha decepcionado demasiado con eso que hizo, sí de verdad me apreciaba no hubiera dañado lo que más amaba.- suspiro pesadamente para después centrar sus ojos en los míos.- ¿cómo te haz sentido? ¿Quieres que te traiga algo de comida?

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