Capítulo 169

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Había dejado que pasaran al menos 10 minutos desde que Mario se metió al despacho con Loren, durante el transcurso pude observar como entraban hombres vestidos completamente de negro, que por cierto no sé de dónde demonios salían, ni siquiera los había visto en mi vida. Camine lentamente por el pasillo y llegué hasta dónde se encontraba la puerta del despacho, solamente podía escucharse la voz de Mario dando diferentes tipos de órdenes mientras que la chica repartía no sé que cosas.
Mario: entonces así quedamos, Osvaldo y Roberto se irán al otro extremo del lugar mientras que Loren y yo tratamos de entrar al lugar por la puerta trasera, los hombres restantes quedarán a cargo de vigilar cada rincón del lugar, por dentro y por fuera, cualquier movimiento que vean y les parezca sospechoso podrán avisarlo a través del dispositivo que se les acaba de entregar, cuándo estén ahí eviten verse sospechosos, no queremos que emitan alerta de que serán atacados.- ninguno decía palabra alguna, todos parecían estar atentos a lo que Mario les comunicaba, estaban completamente formados frente a él con trajes perfectamente entallados.- Loren ¿conseguiste lo que te encargué?
Loren: así es, fue casi imposible encontrarlos en algún lugar de armaduras pero al final las encontré.- estaba bastante confundida así que solo me quedaba seguir escuchando antes de crear mis propias conclusiones.
Mario: de acuerdo, esto se llevará a cabo mañana por la noche así que los quiero atentos a cualquier movimiento, aun no saben quien será el atacante pero de todas maneras, es mejor prevenir que lamentar.- por la abertura de la puerta no podía observar mucho pero sí lo necesario, sobre el escritorio había muchas armas y unas cajas las cuales estaban envueltas en papel con la característica palabra "Frágil", Mario le hizo entrega de algo a Loren mientras le susurraba algo, mi hombro fue tocado por una mano húmeda por lo tanto solté un pequeño grito que claramente fue escuchado por los que se encontraban dentro del despacho.
Laura: ¿señorita, necesita algo?- negué rápidamente mientras colocaba mi dedo índice sobre mis labios rogando que guardará silencio.

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