Me Perteneces

Capítulo 162

Al terminar de ducharme perdí la noción del tiempo, toqué mi almohada y creo que mi cuerpo lo deseaba tanto ya que en minutos me quedé dormida, mientras el agua relajaba mis músculos me puse a pensar en diferentes cosas, en lo mala que he sido todo este tiempo por ocultarle ciertas cosas a Mario que son importantes para él y que incluso podrían cambiar para bien su vida, me sentía mal por eso. Abrí los ojos poco a poco al escuchar el grifo de la regadera cerrarse, me recargue en el respaldo de la cama mientras tallaba mis ojos y lanzaba un bostezo, aun sentía mi cuerpo débil y tenía algunos dolores diminutos en el vientre pero según Mike, dijo que estaría bien. La puerta del baño se abrió de par en par dejándome ver a Mario, llevaba puesta su pijama y con una toalla secaba su cabello, fue ahí en dónde me di cuenta que había dormido más de lo debido. Estaba siendo ignorada rotundamente por él y eso me estaba doliendo, tenía en claro que ya estaba despierta y que mis ojos lo estaban siguiendo a dónde quiera que se moviera sin embargo no me tomaba en cuenta.
Tn: Escucha, sé que esto está siendo sumamente difícil para ambos pero no ganamos nada estando distanciados, lo lamento sí solo pensé en mí y te agredí en algunas ocasiones y lamento tanto no haber apoyado el plan tan malévolo que estabas organizando, lamento no haber podido hacer algo para salvar a nuestro bebé y ahorrarnos este sufrimiento pero ¿qué quieres que haga? Ten en cuenta que esto también está siendo doloroso para mí y que estés distanciado no me ayuda mucho, no nos ayuda mucho.- su mirada no se centraba en mí y eso me hacía sentir peor de lo que ya estaba.- te agradecería mucho sí dejas la rabia que me tienes por unos minutos y vienes acá para hundirme en tus brazos y decirme que estarás para mí así cómo yo para ti, no importa sí después de esos minutos decides no hablarme nunca más, pero ahora, de verdad te necesito.- transcurrieron unos segundos en dónde llegue a pensar que lo que le había dicho le había importado poco y que se iría pero no fue así, se levantó del sofá en dónde se encontraba y caminó hasta la orilla de la cama en dónde se sentó después.