Me Perteneces

Capítulo 90

Suena estúpido pero en la única persona que estoy pensando en estos momentos es en Mario, quiero que me salve y que me diga que él me protege cómo anteriormente lo hizo, no sabía que era lo que me iba a pasar ya que los sujetos solo murmuraban entre sí y reían lo cual me erizaba la piel de una forma horrible, me habían colocado un pedazo de cinta adhesiva en los labios debido a que en cuanto tuve la oportunidad comencé a gritar cómo loca a pesar de que sabía que nadie me escucharía, sin embargo lo hice.
Mis muñecas me dolían después de haber intentado sacarlas de la cuerda, no sé sí hay más hombres abajo o sí ya se habían marchado, lo que sí sé es que comenzaba a desesperarme al estar inmóvil en una misma posición.
Mark: de acuerdo ¿entonces? ¿Qué haremos contigo, muñeca?- se inclinó hasta quedar frente a mi cara, tenía una sonrisa bastante retorcida. Sentí las manos frías y ásperas del otro tipo por detrás de mi separando mi cabello, segundos después sus asquerosos labios se pegaron en mi cuello causándome el mayor de los miedos y el llanto más ahogado que alguien puede tener.- quizás podamos traer a nuestros compañeros para hacer una orgía y poder divertirnos por igual.- el tipo que se encontraba detrás de mí tiró de mi cabello y el otro se posicionó sobre mí para tomar mi rostro y pasar su lengua por mi mejilla, una de sus manos apretó uno de mis pechos haciéndome ahogar un grito de dolor, sus uñas se habían enterrado a pesar de que llevará la camisa y el sostén.
___: Hay tantas opciones que no sé cuál deberíamos intentar primero.- terminando de decir esto un estruendoso ruido opaco la habitación haciéndome sentir aturdida, Mark se dejó caer de rodillas frente a mí hasta quedar tendido en el suelo con sangre en su espalda, detrás de él se encontraba la persona que tanto había esperado desde que ellos entraron, su corbata estaba deshecha y tanto sus puños y camisa se encontraban con sangre.
Mario: ¿por qué no comienzas a jugar a las despedidas, Rafael?- levantó su arma con dirección al sujeto que se encontraba detrás de mí, su mirada era bastante fuerte y parecía que en cualquier momento dispararía.