Tomé mi plato con pastel y mi vaso de leche con chocolate para después dirigirme a dónde Rose, al entrar a la cocina pude observarla sirviendo un plato de lo mismo con un batido de fresa.
Rose: ¿que hace aquí señorita?- me encogí de hombros sonriendo y termine de comer mi postre, Mike entro saludando a Rose y al verme solo sonrió.
Mike: ¿que haces acá? Deberías de estar descansando.- tomó el plato de su cena y comenzó a comerlo encarrerado.
Tn: bueno, no quería cenar sola así que vine a hacerle compañía a la señora Rose, no pensé encontrarte aquí.
Mike: bueno, estas son las horas en las que se me tiene permitido salir a comer, además de que estoy terminando de conectar algunas cosas así que me retiro lindas muchachonas.- me levanté y lo detuve.
Tn: ¿crees que pueda ir contigo? Estoy aburrida y no tengo nada que hacer, además de que no tengo sueño.- él dudo por unos segundos y después asintió llevándome con él, bajamos unas escaleras de madera y él abrió una puerta de metal, me quedé impactada al ver todo el equipo de computadoras y portátiles que habían ahí, algunas colagadas en las paredes y otras sobre escritorios, aún se encontraban apagadas algunas y las pocas que estaban encendidas tenían mapas. Esto me había traído recuerdos, en la escuela solía hackear los computadores de las oficinas para obtener las preguntas que vendrían en el exámen.
Tn: ¿para que utilizaran todo eso?- él me miro con la boca llena de leche.
Mike: para muchas cosas cómo para rastrear números de teléfono, hackear cuentas aún cuándo sean de la misma policía, ya sabes, Interrumpimos en la ley.
Tn: pensé que solo eras médico.- él me guiño un ojo haciéndome reír.- yo no sabía que había un lugar así en la cada.
Mike: en realidad no estaba aquí sino que lo tenían en una cabaña un poco lejos de aquí pero decidieron pasar la mitad del equipo para acá, así no tendrían que ir hasta allá.- asentí levemente mientras miraba cómo conectaba las computadoras apagadas y las configuraba.
Mario: Mike ya está listo todo?- al mirarme pude ver la molestia, estaba apunto de echar humo por los oídos.- ¡¿por qué la dejaste entrar?!- grito, ambos estábamos asustados, supongo.
ESTÁS LEYENDO
Me Perteneces
RomanceEres mía ahora, mientras camines sobre la tierra me perteneces. Nada podrá hacerte daño. ~Dank