capítulo 52

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Rápidamente tomó mi tobillo y me jaló hasta quedar lo suficientemente cerca de él, no sé de que manera lo hizo pero logró ponerme boca abajo, una de sus manos acarició mi trasero y después la dejo quieta en mi espalda evitando que me moviera.
Mario: quizás con esto aprendas a respetarme y obedecer lo que se te dice.- sentí un fuerte golpe en mi trasero y grite, después de este siguieron más y por más de que me movía para que se detuviera él jamás lo hacía, parecía que el esfuerzo que yo ponía para levantarme era en vano.
Tn: basta por favor, ya no puedo...- mis mejillas estaban húmedas y sentía cómo quemaba cuándo el cinturón tocaba mi trasero, cuándo se detuvo tomo mi rostro fuertemente obligándome a tener contacto visual con él.
Mario: quizás de ahora en adelante tendré que castigarte, no vuelvas a rechazarme, contestarme y mucho menos golpearme porque haré que te arrepientas de cada uno de tus actos.- dicho esto me soltó y se fue, me dejé caer boca abajo sobre la cama, ni siquiera podía sentarme como era debido por el ardor y el dolor que sentía, decidí ponerme de pie e ir al baño para lavar mi rostro, un dolor en mi vientre bajo se hizo presente haciendo que arqueara mi espalda, la respiración se me cortaba y no podía dar ningún paso, sentí cómo un liquido caliente salía entre mis piernas y se deslizaba por ellas. Mi pantalonera estaba manchada de sangre, afortunadamente en ese momento la señora Rose entro y al verme corrió y me tomó del brazo.
Rose: ¡señorita ¿que le ha pasado?! Dios, digame que no intento abortar.- ¿abortar? ¿Por qué? ¿Esto era un aborto? Negué rápidamente y ella me ayudo a caminar.- la llevaré con el doctor Mike para que le ayude, solo trate de sostenerse de mi hombro, todo estará bien señorita.

Narra Mario:
Salí de la habitación y regrese a mi despacho, ahí me encerraba cada vez que algo andaba mal y tomaba una copa de licor, me dolió golpearla porque la quiero y sus lágrimas eran cómo un millón de perforaciones en mi cuerpo.
Ordene los papeles de mi escritorio e hice una llamada para ver cómo iba lo de la venta de mis propiedades.

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