Tn: basta por favor, te estoy pidiendo que te detengas.- él se separó de mí y me miro, sus ojos estaban perdidos en los míos y relamio sus labios mientras alborotaba su cabello.
Mario: está bien.- asintió y se levantó de la cama para después salir de la habitación, solté todo el aire que tenía guardado en mis pulmones, por un momento pensé que volvería a suceder.
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Termine de ducharme y regresé a la habitación para arreglar la cama, al parecer Mario no había dormido aquí ya que la cama estaba ordenada de su lado.
Rose: señorita, el joven le está esperando en el comedor.- asentí levemente y se retiró, hoy iría a la sala de música para probar el piano, estaba ansiosa por poder tocar alguna melodía.
Abrí la puerta del comedor y me adentré en el, lo primero que vi fue su rostro el cual tenía un pequeño moretón.
Mario: hoy tengo algunas cosas que mostrarte, espero te sientas lista.- sus palabras eran tan secas y distantes, su mirada nunca se encontró con la mía lo que me hizo creer que estaba molesto.
Desayunamos en silencio el cual ninguno de los dos tenía intenciones de romper, no podía comprender su forma de ser, es tan lindo algunas veces pero radicalmente cambia a una persona fría que parece no tener sentimiento alguno.
Terminen el huevo que me habían servido y me levanté de la mesa recogiendo cada recipiente vacío.
Mario: deja eso ahí, no eres mi sirvienta.- se levantó de la mesa mientras se limpiaba los labios y salió del comedor, no sin antes decirme que lo siguiera.
Iba a un paso rápido y estaba agotada, no tenía idea de a dónde íbamos.
Nos paramos frente a una puerta blanca desgastada y él giro la perilla de la puerta dejándome ver que era algo así cómo un calabozo, había algunas celdas y 4 hombres estaban vigilando, uno de ellos encendió el foco colgante permitiéndonos la vista a cada una de las celdas, había un hombre sin camisa con sus manos atadas a la azotea pero su cabeza la tenía cubierta por una bolsa negra.
Del otro extremo estaba lo que parecía ser una chica sentada en una silla, tenía sus piernas descubiertas y calzaba unos zapatos planos color negros, de igual manera, tenía una bolsa negra en la cabeza.
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Me Perteneces
RomanceEres mía ahora, mientras camines sobre la tierra me perteneces. Nada podrá hacerte daño. ~Dank