Me Perteneces

Capítulo 88

En algún momento llegué a pensar que alguien me buscaría, ni siquiera James lo hizo a pesar de que juró que siempre estaría conmigo y que sí alguna vez lo abandonaba me buscaría hasta el fin del mundo sí eso era posible, quizás, de alguna manera estaba tranquila de estar aquí, digo, sí en algún momento yo llegó a ser libre ¿alguien me espera afuera?
Dejé de pensar tanto en cómo era mi vida antes y me levanté del sofá en el que me encontraba sentada desde hace unas horas, abrí la puerta de la cocina y para mi sorpresa no estaba Rose, era raro no verla por acá, en fin, tomé un poco de fruta y comencé a picarla mientras en el paso me comía unos cuantos trozos de piña.
Era bastante extraño no ver a nadie por aquí, ni siquiera he visto a Mike en los pasillos, la idea de que pueda estar sola me causa un poco de temor, deje a un lado lo que estaba haciendo y decidí ir a verificar que en realidad no había nadie. Cuándo estaba apunto de subir las escaleras un ruido proveniente de afuera me hizo entrar en alerta, la manija de la puerta comenzaba a moverse desesperadamente por lo que supuse que no era nadie que habitará aquí, corrí escaleras arriba y entré a una de las habitaciones, algo dentro de mí me decía que tenía que esconderme porque mi vida estaría en peligro, abrí el closet de madera que yacía a un costado de la cama y apagué el interruptor de la luz, no es un buen escondite sin embargo creo que puedo pasar desapercibida sí logró esconderme entre los bultos de ropa.
Los vellos de mis brazos se erizaban cada que escuchaba algún estruendo en la planta baja, diferentes voces masculinas se esparcían por cada lado sin dejarme descifrar en que parte de la casa se encontraban, no solo estaba luchando por mantenerme con vida a mí sino que también llevaba conmigo a un ser que tenía que salvar. El miedo me invadía por completo y no se me ocurría ninguna otra idea más que permanecer en silencio bajo la ropa y esperar a que alguien me salve o que decidan irse después de no haber encontrado nada. Fue entonces cuándo aquellas esperanzas de salir librada de esto se esfumaron, la puerta se abrió fuertemente dando un golpe bastante brusco en la pared.