capítulo 195

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Mi recuperación estaba yendo bastante bien, con un poco de esfuerzo lograba mantenerme sentada o en una posición que se supone me lastima, seguimos en el mismo lugar sin salir a ningún otro lado y comenzaba a frustrarme, no digo que en la otra cosa haya salido bastante pero al menos me sentaba sobre el césped y miraba el cielo, ahora Mario me está cuidando más de lo habitual y no quiere ni siquiera que el viento me rocé. Me ha comprado comida, dulces, frituras, películas y libros para colorear o dibujar para que así mi necesidad de salir sea nula. Él por lo contrario, se la ha pasado más afuera que aquí conmigo y no sé la razón pero decidí no averiguarlo por mí cuenta hasta que él decida consultarmelo, tampoco he mirado a Math y no pude despedirme de Mike en su entierro. Lo único que supe fue que Catalina estaba actuando algo extraño pero me veo difícil poder estar con ella tal y cómo lo había prometido, tengo a los guardias de Mario rodeando puertas y ventanas mientras que uno entra cada 5 minutos para preguntarme sí estoy bien. No puedo negar que sigo aún un poco asustada por lo que sucedió y me duele el saber que Mike ya no estará más conmigo, era mi mejor amigo y mis días se hacían menos pesados cuándo él estaba, los recuerdos perturban mi mente de vez en cuándo haciéndome caer en un jodido agujero del cual es difícil salir. Me habían recetado antidepresivos pero no quiero ser dependiente de ellos, intento superarlo con el valor propio. La puerta de la entrada se escuchó haciendo que me estremeciera un poco sobre el sofá y mirará hasta ese lugar.
Mario: ¿cómo está la mujer de mi vida? ¿Te duele algo hoy?- esas son las preguntas que me dice cada que llega, siempre trae consigo algún detalle para mí a pesar de que le he dejado en claro que no necesitó eso.- ajá ya sé lo que me vas a decir pero hoy he querido traerte algo que estoy seguro que se mirará hermoso en ti.- sacó de la bolsa una caja negra de color vino y la abrió frente a mí, había un pequeño collar con un circulo en el centro que tenía una piedra brillante.- desde que llegamos a esta casa estaba planeando regalarte una, así que días después me dirigí a una joyería.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora