Capítulo 23

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Narra Tn:
Corría lo más rápido que podía, las ramas de los árboles golpeaban mi rostro y arañaban mi vestido, me había caído más de 2 veces y las heridas ardían como el infierno, necesitaba descansar en algún lugar y tomar aire ya que sentía que no podía más.
Escuché pasos detrás mí, al girarme vi que era él y lucía demasiado furioso, en cuánto me vio lo único que hizo fue correr hacía mí, obviamente no me quedaría a esperar que él llegará y quizás me asesinará aquí mismo, en medio de la nada.
La lluvia se había intensificado más y no se diga el viento que la acompañaba, "todo estará bien" me repetía continuamente mientras seguía corriendo, en el fondo sabía que no sería así...tropecé con una roca que estaba escondida entre un pedazo de césped afortunadamente logre recargarme en uno de los árboles que ahora estaban húmedos, sí no estuviera en esta situación sería agradable estar recargada en ellos. Sentía que ya no podía más, no tenía ninguna salida, estaba pérdida pero no quería aceptarlo, llegó hasta dónde yo me encontraba y suspiro.
Mario: no voy a castigarte aquí en el bosque, sería muy lindo para ti.- me halo del brazo bruscamente y me obligó a que caminará a su lado, mis pies ya no podían más e iba a base de tropezones.
Tn: para, me duelen mis pies.- él burló y me halo más fuerte del brazo.
Mario: ¿crees que estás en condiciones de pedir que haga algo?
Tn: ¿podrías parar? Estoy mareada y quiero vomitar.- él me miró fijamente y tomó mi rostro entre sus manos, segundos después paso sus manos por mis piernas y me cargo en sus brazos, no me iba a poner a hacer berrinches o algo similar, al contrario, estaba agradecida ya que sentía que iba a desmayarme pronto.
Mario: no creas que vas a librarte de mí tan fácilmente ¿entendiste?  Estoy siendo amable contigo pero no creo serlo tanto cuándo estemos en casa.
Tn: tenía eso claro desde que decidí escapar pero aún así quería intentarlo, creeme que sabía las consecuencias.- llegamos a la carretera en dónde ya estaba la camioneta negra esperándonos, él me dejó en el asiento de una manera brusca y después se subió él, deje caer con pesadez mi cabeza en el asiento, todo estaba perdido.

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