Capítulo 119

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Cada vez que lo miraba sentía que mi vida estaba completa y eso por un momento pensé que no era normal pero poco a poco fui confirmando lo que tanto temía, estaba enamorada de él y ni siquiera me di cuenta de cuándo sucedió.
Mario: ya te llevaré a México así que conformate con ello, allá saldremos mucho ya que tengo muchas cosas que arreglar.- me levanté de la cama para sentarme en la esquina de esta y ver lo que hacía, saco una camisa color verde y se la colocó frente a mí.
Tn: de acuerdo ¿cuándo nos iremos?- él caminó al otro extremo de la cama para sacar un reloj de uno de los cajones y colocárselo.
Mario: mañana a las 11 tenemos que estar en el aeropuerto, el vuelo saldrá a medio día.- asentí levemente pero sin dejar de observar sus movimientos, él notó eso así que solo sonrió.- sé que soy guapo así que no tienes porqué recordármelo.
Tn: sí eres guapo pero no tienes porqué creerte tanto.- me levanté de la cama para colocarme frente a él, el cuello de su polo estaba desordenado así que me encargue de arreglarlo.
Mario: cuándo te acercas de esa manera me dan ganas de querer besarte ¿sabes? Aunque sé que probablemente no me corresponderías y sería como besar un cubo de hielo.- me encogí de hombros y él fruncio el ceño, tomé suavemente su camisa en mis manos y lo acerque a mí para darle un pequeño beso en la comisura de sus labios. La puerta de la habitación se abrió torpemente dejándome ver detrás de ella a la chica que es causante de mis peores celos.
Me soltó las manos lentamente y se giró a verla, dejándome nuevamente a un lado o quizás eso es lo que pensaba yo.
Mario: Loren, no creí que fueras a venir hoy.- ella asintió sonriendo y se acercó moviendo su cadera de una manera bastante seductora.- es bueno que hayas venido, tengo que dejarte algunas cosas a cargo ya que saldré de viaje por unos días.
Loren: por mí encantada sí se trata de ayudarte, ya sabes.- sonrió mientras hacia un ladeamiento de cabeza.
Tn: la habitación es demasiado pequeña cómo para tres personas ¿no lo creen? Creo que hasta empezó a hacer calor y eso que estamos en invierno.- sentí la mano de Mario apretando la mía pero no de una manera agresiva.

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