19. Sin Presiones

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Miré a mí alrededor, y halé del brazo a un chico que iba pasando a mi lado. Lo miré a los ojos.

- Tú, corre y busca a la Señora Lockwood. Dile que es una emergencia. - dije utilizando la compulsión, y el chico automáticamente corrió hacia el interior de la casa y desapareció.

Mis piernas estaban temblando por el desespero. No podía dejar que Damon matará a Bill Forbes; no podía dejar que le hiciera ese daño a Caroline... ni a él mismo.

Me volví y corrí al lugar donde se encontraba Elena con Alaric, ella seguía en el suelo... inútilmente intentando despertarlo.

- ¡Elena está muerto! ¿Ok? - le dije exasperada por su estado de negación. - No despertará ahora por mucho que se lo pidas.

Entonces ella me miró dolida y simplemente le di la espalda y llamé a unos chicos con los que había hablado hacia un rato. Rápidamente se acercaron con una sonrisa de oreja a oreja, probablemente pensando que los invitaría a salir o algo. Que ilusos.

- Ayúdenla a llevarlo al auto, luego desaparezcan y olviden todo. - susurré usando la compulsión.

- ¿Qué estás haciendo? - Elena me miró con el ceño fruncido, mientras los chicos levantaban el cuerpo inerte de Alaric y lo alzaban sobre sus hombros.

- Te estoy ayudando. - le contesté a secas. - Ahora, llama a Caroline y ponla al día. - Elena con manos temblorosas sacó su teléfono de la cartera.

- Pero, ¿Por qué no detienes a Damon tú? - preguntó con el ceño fruncido, mientras tecleaba el número de Caroline.

- Esto no es conmigo, Elena. - le dije, negando con la cabeza. - Si hay alguien que tiene que detener a Damon... esa es Caroline. - Entonces mientras me daba la vuelta y comenzaba a caminar al ver a la señora Lockwood en la entrada de la mansión, le dije - : Asegúrate de que dejen a Ric en el auto y de avisarle a Caroline. Yo veré que puedo hacer por aquí.

En menos de un minuto llegué al lugar en donde se encontraba la señora Lockwood y el chico al que había hipnotizado.

- ¡Señora Lockwood! - la llamé, y ella se volvió hacia mí.

- ¿Elena? - inquirió. - ¿Qué ocurre?

- Soy Alexandra, la prima de Elena. - dije, sin rodeos. - Necesito que me invite a entrar, es una emergencia. Por favor.

- ¿Quién? - entonces frunció el ceño aún más. - ¡Oh! - asintió entonces, como si acabara de recordar algo. - ¿Por qué quieres entrar en mi casa? ¿Qué pasa?

- Señora Lockwood, no puedo explicárselo ahora mismo, no hay tiempo. - casi gemí, mientras me debatía en el umbral de la puerta. - Necesito que me invite. - insistí.

- No lo sé. - dijo, mientras negaba la cabeza confundida.

- ¡Soy amiga de su hijo Tyler! - chillé, mientras miraba desesperada al interior de la casa en busca de una señal de Caroline o Damon. - Lo ayudé una vez en una luna llena. - le dije en un susurro. - Puede confiar en mí, por favor... se lo suplico. - entonces me miró con la duda escrita en los ojos. - Es la vida de alguien lo que está en peligro si no me deja entrar. - entonces abrió los ojos como platos. - Por favor.

Entonces la señora Lockwood parecía luchar internamente consigo misma, como si no supiera que hacer. Solo me quedaban un par de cosas por hacer...

- Ok, bien. Puedes entrar. - dijo, gracias a Dios reaccionando positivamente a los ojos de cachorrito... y si eso no hubiera funcionado, me habría visto obligada a amenazarla con exponer a Tyler si no me dejaba entrar. Por suerte para ella, mis ojos de cachorrito eran demasiado efectivos.

Alexandra Petrova: De Regreso en Mystic FallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora