Alexandra Petrova: De Regreso en Mystic Falls

31. Una Parte de Mí

- No. – fue la única palabra que conseguí soltar, mientras apretaba los puños con fuerza y las lágrimas corrían por mi rostro. – No voy a permitirlo.

- Tienes que. – exclamó Lexi, consciente de mi desespero.

- ¡NO! – gruñí esta vez.

Pero justo en ese momento el celular de Elena sonó, y ésta retrocedió un poco mientras atendía la llamada.

- ¿Aló? – dijo Elena, mientras clavaba mis uñas en las palmas de mis manos con tanta fuerza que comenzaba a sangrar.

- El collar no está donde Damon dijo que estaría, y ahora no podemos localizar a Damon. – Era Caroline, Caroline quejándose como siempre.

- Escucha, - dijo Elena para atraer la atención de la rubia. – necesito que retengas a Bonnie en mandar a los fantasmas de vuelta. – entonces me miró, a la espera de que eso me calmara... pero sólo logro enfurecerme más. ¿Retener?

- ¡¿Qué?! – exclamó. – Pero dijiste que brindabas todo tu apoyo para deshacernos de ellos.

- Lo estaba. – contestó Elena y tras darle una mirada inquisitiva a Lexi dijo: - Lo estoy. – corrigió. – Escucha, Lexi está aquí y está ayudando con Stefan.

- Ok. – aceptó Caroline. – Vamos a encontrarlo primero y después escogeremos entre dramas fantasmas de novios.

No. – pensé. – De ninguna manera.

Pero antes de que Elena pudiera contestarle a Caroline, a velocidad vampírica me posicioné detrás de ella y provocando que su teléfono cayera al suelo, posé mis brazos alrededor de su cuello, haciéndole una llave... provocando que soltara un gritito.

- ¿Elena? – preguntó la voz de Caroline, desde el dispositivo que yacía en el suelo; mientras Lexi daba un paso en mi dirección, alarmada. - ¡Elena! – volvió a llamar Caroline al no obtener respuesta. – ¡¿Elena que está pasando?! – chilló.

- ¿Alexa, que estás haciendo? – preguntó Elena en un hilo de voz, mientras comenzaba a temblar.

- ¿Alexa? – dijo Caroline confundida. - ¡¿Elena que está pasando?! – reiteró.

- Escúchame Caroline, sé que puedes oírme... así que pon atención. – bramé. – Tengo el cuello de Elena entre mis manos en este momento. Si Bonnie cierra la puerta, y envía a los fantasmas de vuelta... daré un giro... y ese será el fin de Elena. – amenacé, mientras Elena intentaba fallidamente zafarse de mis brazos. - ¿Me escuchaste? – pero Caroline no contestó. - ¡¿Me escuchaste?! – grité, esta vez.

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Te he escuchado! – exclamó Caroline, asustada. – Alexa, por favor, no lo hagas, por favor.

- ¡No cierren la puerta entonces! – exclamé en respuesta.

- No lo haremos, pero... por favor... cálmate.

- ¿Alexa, que estás haciendo? – volvió a chillar Elena. - ¡Déjame ir!

- Alexandra. – llamó Lexi, con voz suave. Levanté mi mirada y me encontré con sus ojos escudriñándome con compasión. – Está mal lo que estás haciendo. Está mal, y lo sabes.

- ¡No, Lexi! – exclamé, ahogándome en mi propio llanto. - ¡Lo único que está mal aquí, es el hecho de que quieran separarte de mí! ¡Eso si está mal!

- Suelta a Elena. – dijo Lexi, con una sonrisa triste en los labios.

- No. – insté. – No lo haré.