Capitulo 18

469 17 0
                                    

Capitulo 18

Durante los días siguientes, todo ha sido mucho más fácil, con Peter hablamos todo el día, no había un segundo que me preguntara como estoy, como me sentía, lo mucho que lamentaba no haber podido cumplir mi antojo, si, este bebe me apura a comer de todo.

Hablamos muy poco de cuando él vendría, sabia los temas pendiente que tenia, y uno de ellos era enfrentarse a su familia, a lo que opinaran ellos de esto, supongo que lo mismo que mi tía, pero que se le puede hacer? Ya esta, el tiempo no se lo puede volver a atrás, nuestro hijo viene en camino.

Por mi parte, ya me hice el primer control de mi embarazo, Ro fue la responsable de acompañarme, estaba exactamente a estas alturas, en los dos meses, era muy chiquito, tanto que no se lo podía ver; No se ya de qué forma, mostrar el amor que tengo hacia este bebe, ya no sé cómo decirle, como gritarle al mundo, lo feliz que estoy; Se siente una sensación tan placentera llevar vida, tan compleja, pero tan maravillosa.

Lali: Hola Pitt, como estas? (Comunicación telefónica)
Peter: Hola La, bien y ustedes?
Lali: Acá estamos, trabajando un rato. Vos, que haces?
Peter: Preparando mi equipaje.
Lali: Para? Te mandaron de viaje algún lugar de la empresa o qué?
Peter: La vida me mando de viaje.
Lali: Así? A donde? Tus códigos secretos nunca los entendí eh.
Peter: La, tengo pasaje para las dos de la tarde rumbo a Ushuaia.
Lali: Vos queres que tenga a tu hijo ahora? No digas tonterías.
Peter: No son tonterías, te estoy diciendo la verdad.
Lali: Me podes decir cuando decidiste eso? Porque no me dijiste nada?
Peter: Quería que fuera sorpresa, pero entendí, que no conozco ni dos calles de allá y que por ende voy a necesitar tu ayuda para llegar a tu casa.

A todas les pasa que estando embarazadas son unas mariconas? Si, lo leí por todos lados, si, también eso, me informo de cada cosa, revistas e internet, buenos amigos en estos casos.

Ocho horas ansiosa, ocho horas que miraba el reloj a cada rato y que la hora no pasaba más, ocho horas esperándolo, ocho horas de mierda que hicieron de mi una controladora del tiempo, ocho hora ni más ni menos, que casi muero de los nervios, ocho horas para esperar, hoy si lo puedo decir, al amor de mi vida.

CONTINUARA…

ResistirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora