Capitulo 107

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Capitulo 107

Antes de que el despertador suene para que Peter se levante, yo ya tenía mis ojos abiertos; No pude, no logre pegar un ojo en toda la noche, me la pase teniendo pesadillas, cosas perteneciente a un pasado.

Lali: (En la cocina) Buen día mi amor. (Beso)
Peter: Buen día. (Me tomo de la cintura) Que raro vos levantada temprano.
Lali: No puedo dormir. Me dijiste que no ibas a trabajar hoy.
Peter: Te sentí media inquieta. Me queres contar? (Me tenía muy pegada a él) Me quedaron unas cosas pendientes.
Lali: (Negué con la cabeza) No tenes nada de qué preocuparte.
Peter: (Me dejo un beso) Que paso anoche en la reunión?
Lali: Volvieron a pedirme que nos traslademos a Buenos Aires, quieren a toda costa que abramos una sucursal allá.
Peter: No entienden que no quieren?
Lali: Parece que no. (Sirviendo café en la taza)
Peter: Que les dijiste?
Lali: Voy a hablar con Ro, aunque se su respuesta.

Seguimos hablando del tema de la reunión hasta que le toco irse; Por mi parte no me volví a acostar, me quede limpiando, si, a las siete de la mañana limpiando y ordenando la casa, las pesadillas me atormentaron tanto, que tengo miedo con solo pensar que tengo que cerrar los ojos.

Lali: Anda a la góndola de los yogures y tráete uno, dale. (En el super)
Aldana: Te amo, ma. (Salió corriendo)
Lali: Perdóname (Le dije a alguien que había chocado, me lo quede mirando) Lautaro? (Dije sorprendida)
Lautaro: Hola La, vos también estas diferente.
Lali: Como estas tanto tiempo? (Saludándolo con un beso en la mejilla)
Lautaro: Bien y vos? Tu nena?
Lali: Bien. Esta enorme, muy parecida a mí. Que es de tu vida?
Lautaro: Casi igual que la tuya, forme una familia, y tengo una nena de cuatro años.
Lali: Enserio? Qué lindo, Lau, te felicito, es lo que vos te mereces.

En ese momento escuchamos una vocecita de una nena pequeña que se asomaba a nosotros, la hija de Lautaro, el calco de él, en versión nena, “Vamos pa?”, fue lo que le dijo.

Lautaro: Un gusto verte, La.
Lali: Lo mismo digo. (Me dejo un beso en la mejilla)

Es raro volvérmelo a cruzar después de seis años sin verlo, prácticamente es otra persona, otro hombre, cambio mucho desde la última vez que lo vi.

Mi día transcurrió con altos y bajos; Por la tarde, cuando Peter se fue con sus amigos, fui a visitar a Ro, con la cual hablamos lo que pasó en la reunión, y sin alterarse, como la última vez, dijo un rotundo “No”, el cual comparto.

Peter: Nada más lindo que llegue esta hora y estar solo vos y yo. (Dijo cuando estábamos sentados en la mesa)
Lali: No seas así, es lindo compartir momentos con nuestra hija.
Peter: No nos viene mal estar solos un par de horas.
Lali: Tan solo no, Aldana está durmiendo arriba. (Me tomo de la mano)
Peter: Veni.
Lali: Estoy acá amor.
Peter: Veni, sentate acá. (Me señalo sus piernas)
Lali: (Me senté en forma de koala) Te amo (Lo bese)
Peter: Y yo a vos no te imaginas.

Y como me lo esperaba, empezó a besarme, hay, sentados, con su mano en mi nuca y la otra en  mi espalda; Ambas manos no tardaron mucho en quitarme mi remera, desabrochar mi corpiño y su boca no dudo un segundo en atacar mis pechos desnudos, cada vez que este hombre me toca, me hace sentir viva, me hace sentir única, me hace sentir cosas que antes costaba.

Mientras su boca está muy concentrada en ese sector, sus manos bajan por mi abdomen, formando en mí ser un frio que me envuelve; Introduce su mano por la parte superior de mi ropa intima, y la baja de a poco logrando sacármela; En un intento de que él vea lo que produce en mi, mis caderas no dudan en moverse generando que de su boca salga un gemido, esta a latente, así que mis movimientos siguen, hasta que con su mano me para.

Peter: No querrás lavar vos luego mi bóxer.
Lali: Que pasa? (Provocándolo) Tan rápido vas a terminar?
Peter: Párate.
Lali: Quiero que lo hagamos acá, en esta silla, quiero ver mejor tu cara.
Peter: Déjame sacarme el pantalón.

Se lo termine sacando junto con su bóxer, nos volvimos a sentar en la misma posición que antes, y nuestros cuerpos se volvieron a conectar, a hacerse uno, a amarse, a sentirse… A cuidarse.

Cada momento es único e irrepetible en nuestras vidas; Cada momento que pasamos juntos con Peter es así, único e irrepetible, más allá de los encuentros, más allá de las veces que hacemos el amor, el compartir lo pequeño, lo más chiquito, es lo que más queda en nosotros, un beso, una caricia, un abrazo, una sonrisa… Un silencio.

CONTINUARA…

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