Capítulo 27
"Cuando alguien dice no es no"
NARRA ELLIE
Caminamos con Ray en silencio hasta que él decidió hablar de la universidad. Él estaba estudiando la carrera de medicina junto con Hellen y me preguntó interesado cómo iba yo con las materias. En realidad cómo nos estaba yendo a mí y a Damian.
Cuando hablamos NORMAL, en todo sentido de la palabra, es cómodo e incluso divertido hablar con Ray. Solo hay unos momentos en específico que ya no me agradan demasiado y no son de mi gusto y es justamente cuando tiene actitudes impulsivas que sé muy bien que no lo hace con maldad, pero debe comprender que no me gustan.
Y mucho menos delante de las personas.
Sabia que mi hermana no quería que vaya con Damian porque ella querría hacer equipo con él. Hellen siempre quiere estar cerca de las personas nuevas y hacer amistad, ademas, intuyo que por su mente habrá pasado la idea de que si hacia equipo con Damian, honestamente lo aburriría. Y por momentos me frustra que piense que mi timidez me domina.
Y tampoco podíamos estar juntas porque no tendría sentido. Convivimos todos los días juntas y también tenemos un olfato y visión mucho mas desarrollada que la de Ray y Damian, pues no somos humanas ordinarias.
—¿Vamos hasta el jardín? —asimiló Ray intentando tomar mi mano pero no logró su cometido, la quite antes de que pudiera entrelazar sus dedos con los míos.
—S-Sí, vamos —titubeé nerviosa, estoy segura que querría intentar algo conmigo, y si eso pasa, tendré que ser firme con él.
Y ese es mi mayor problema.
Me cuesta rechazar mucho a una persona porque no quiero dañar sus sentimientos. Es por eso que suelo dar muchas vueltas al asunto, me invaden los nervios y mi estómago parece revolverse dándome un cosquilleo, y no de esos lindos, como cuando Damian sonríe. Ray siempre es atento y detallista conmigo; para mi cumpleaños pasado, me regaló un ramo de rosas rojas y una caja de chocolates, para el día de los enamorados también una caja de bombones con relleno de frutos rojos (mis favoritos) y para la llegada de la primavera dejo una rosa blanca en la mesa con una tarjeta.
Son detalles muy lindos de su parte pero no sé cómo decirle que no puedo corresponderle. Él no me gusta con aquel interés.
—Ellie —me tomó de la mano y esta vez no pude hacer nada para evitarlo —, necesito decirte algo muy importante ahora que estamos solos.
No quiero decirle: "Ya sé lo que vas a decirme y la respuesta es no", pero tampoco quiero adelantarme a los hechos. Ni siquiera puedo mantener contacto visual, las manos me tiemblan y mis palabras no salen de los nervios. Y no porque precisamente este pasando un bonito momento con el chico que me gusta sino, que estoy pasando una situación bastante incómoda.
—¿Q-Qué pasa?
—Te conozco hace varios años, casi cuando ustedes llegaron a Estados Unidos. Y está de más que te diga que estoy enamorado de vos hace ya dos años.
—Ray —insistí para que no continuara pero no fue así, apretó con fuerzas su agarre y con su mano libre, me tomó del mentón para que pudiera verlo.
—Me gustas, Ellie. Me gustas y quisiera saber si algún día me darás una oportunidad.
Quiero decirle que no. Quisiera decirle que lamentablemente no puedo corresponder sus sentimientos porque los míos no son iguales.
Él comenzó a cerrar sus ojos poco a poco para acercar sus labios junto a los míos. La mano que sujetaba la mía ahora estaba puesta en mi cintura intentando abrazarme y que no me escapara de el, de sus intensiones. Estaba realmente paralizada y aunque mi mente proyectaba que esto en cualquier momento iba a pasar, no estaba lista para afrontarlo.
Ray se acercaba.
—¡No! —lo empujé usando una fuerza descomunal haciendo que cayera al suelo y salí corriendo con Ruben entre mis brazos.
Huí. Huí como una cobarde que huye de todos sus problemas. Huí con miedo actuando de la peor manera. Empujé a Ray con una fuerza que no debo utilizar y ahora mismo estoy corriendo pensando en si estará bien o lo habré lastimado. ¿Y cómo se supone que lo voy a saber si ahora mismo salí corriendo?
Mi corazón esta palpitando con fuerzas, mis piernas sólo tienen fortaleza para correr y mis ojos estaban ya humedecidos por mis lágrimas. Llegué hasta la punta de la plaza, donde Ray no iba a encontrarme y Hellen no pueda distinguir mi aroma, quería estar sola.
Me senté en una banca y me puse unos lentes celestes que lo tenia guardado en mi mochila para disimular mis ojos llorosos. Estaba pensando en que decir para cuando tenga que ir a reunirme con mi hermana, Ray y Damian. El temor me invadía por completo.
Sentí un aroma familiar y una sombra se acerco a mí.
—Ellie —susurró.
¡Buenas, pulgas picaronas y salvajes! ¿Cómo están?
¿Qué les ha parecido el capítulo? Sé que contiene uff un gran malentendido y varias actitudes que nos deben parecer muy mal (como por parte de Ray y de Ellie), pero honestamente estas son situaciones a las que alguna vez (por lo menos yo) nos hemos enfrentado y me alegra sentirme identificada con lo que escribo.
¡Espero que disfruten la lectura!
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El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un final
WerewolfEsta es la SEGUNDA PARTE de: El Alpha de las tinieblas Esta historia contara los nuevos caminos que deberá tomar mini Ethan. Una nueva generación se aproxima y con ello, nuevos misterios y secretos esperan a ser revelados. Una historia que te envol...