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Capítulo 47

"Las sospechas de Ellie"



NARRA ELLIE 


Me sentía terrible de tratar así a mi hermana y amigos. 

Hasta siento que soy una persona terrible pero no sé qué puedo hacer. Todavía no me olvido del beso que tuvieron el día de ayer Damian y Hellen. Es la primera vez que me siento atraída a un chico con tanta intensidad y jamás vi a mi propia hermana como una competencia, pero ella se terminó quedando con él. Ni siquiera puedo mirar a mi propia hermana de frente, y mucho menos a Damian porque al instante recuerdo su beso.

¿Creen que no noto cómo ella le sonríe? 

Estuve toda la noche encerrada en mi habitación sin comer, y me duele. Nunca me maquille y me duele haberme puesto un corrector de ojeras solamente para ocultar un poco mis ojos hinchados de haber llorado. Creo que soportaría que él se bese con otras mujeres, no importa. Pero no soporto que sea mi propia hermana.


Damian se siente mal y no es culpable de nada. ¿Quién no se enamoraría de mi hermana? Ella es una personalidad opuesta a la mía, yo soy apagada, gris y miedosa. Ni siquiera me comporto como una Alpha, y tal vez ni siquiera soy el orgullo de mamá o de mi padre, que está en el cielo.

Cuando Damian me tomó de la mano y me ofreció conversar conmigo no pude resistir. Me cuesta mirarlo a los ojos y hablarle, siento que me desgarra mirarle y recordar su beso, no puedo soportarlo. Le negué y al darme la vuelta y mirar entre el pasto, encontré una minúscula cámara pequeñísima. ¿Qué es eso? Disimuladamente, lo tomé y fingí acomodar mi ropa mientras en mi mano derecha, con mi puño cerrado conservaba aquel descubrimiento.

Durante el horario de clases sentía cómo Damian me miraba, y yo tambien lo hacía.

Nos mirábamos y algunas veces nuestras miradas coincidían pero no sabía cómo manejar esta situación. Me pone muy nerviosa porque, no puedo negar que él me gusta, me gusta demasiado y quisiera que lo supiera. ¿Y si le digo que me gusta? Entre mis cuadernos, tengo la pequeña nota en un papel rosado donde aclaro que él me atrae.

Lo voy a hacer. 


—Ellie —llamó Damian acercando su asiento al mío, todos estaban hablando —, ¿puedo preguntarte algo?

—¿Piensas que estoy enojada contigo? —me adelanté a preguntar siendo arriesgada, no quería que él me preguntase eso.

—Sí, sí. Te pido disculpas si dije algo malo, a veces mis comentarios o chistes son muy malos.

—No, no estoy enojada —le tranquilizo pero me cuesta sonreír  —, es complicado. Honestamente, no quisiera hablarlo. Estaré bien.

—Ey, ¿somos amigos, no? —me desanimó escuchar eso —¡Claro que puedes hablar conmigo de lo que sea y lo sabes!


¿Cómo le digo que no puedo hablar con él porque me gusta y me entristeció ver cómo besaba a mi hermana?


—Tengo mucho dentro mío, pero no quiero hablarlo —es todo lo que pude manifestar.

—Con más razón, pero aun así, entiendo. Solo quiero que tengas presente una cosa de mi parte, es un secreto —asegura acercándose a mí aun más, casi apoyando sus labios en mi oído.

El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora