Capítulo 30
"Conociendo a los amigos de mini Ethan"
NARRA ETHAN
Oficialmente llevo un mes en Estados Unidos.
Estoy hablando más seguido con mi mamá porque bueno, la distancia se está haciendo notar muchísimo y nos extrañamos. En realidad los extraño a todos, extraño al señor Osvaldo con su locura y alegría de todos los días, la felicidad que irradiaba Victoria y siempre mostrándome su cariño y a toda mi manada.
Le cuento hasta el detalle más mínimo a mi mamá. Eso sí, omito la parte esa donde juego a ser un curioso detective porque se lo va a contar al viejo y este me va a encerrar en una habitación bajo siete candados.
Estaba listo para ir a la universidad, ahora si estaban dándonos más contenido porque próximamente trabajaremos en trabajos grupales, y me alegra tenerla a Ellie de compañera. Ella demostró ser una alumna inteligente, presta atención a todas las clases, memoriza las lecturas y comprende muy bien los temas.
¡La envidio de la forma más sana posible!
Hoy me vestí con un jean negro y una remera también negra y me di cuenta que todo mi armario está compuesto por prendas idénticas, por no decir iguales. Tendría que hacer compras en cuanto cobre mi primer sueldo en el trabajo.
Gabriel estaba leyendo un diario y tomando una taza de café, mi desayuno era, como siempre bastante producido, y es que el vejete se esmeraba muchísimo en estos detalles. Es un excelente cocinero.
—¡Buenos días! —anuncié sentándome en la mesa y cuando él me miró, negó con su cabeza.
—¿Y tus lentes de contacto? —preguntó —No me digas que los perdiste de nuevo, van a ser los segundos este mes.
—No, están en mi cuarto. Siempre me olvido de ponérmelos, son muy incómodos.
—Bueno, hay una posibilidad de que no los uses. Claro, si querés.
—¡¿Enserio?! —exclamé contento ante la probabilidad de no usarlos, pero al segundo caí que era una estúpida broma del viejo este.
—Sí. Lo único que bueno, toda la universidad va a ver tus ojos, los cuales no son muy aceptados en esta sociedad repleto de humanos y seguramente te secuestren para hacerte experimentos y tratar con vos. Capaz te vendan en el circo.
—¡Ay, ya entendí! —me quejé y Gabriel estaba ahogándose de la risa —¡Ya vuelvo!
Caminé de mala gana subiendo la escalera y agarré mis lentes de contacto. Ya estaba cansado de llevarlos puestos, no me acostumbro y nunca me voy a acostumbrar. No me gustan. Sobre mi cama también estaba mi cuaderno de apuntes e investigaciones.
Lo guardé en mi mochila. Como estos días no estaba pasando nada extraño, me dediqué a escribir mis propias teorías: cuento sobre la mujer enmascarada, sobre Henry Fallengg y todo lo que encontré en su perfil, el barrendero (tampoco lo vi estos días). Y también, no muy importante, cuento un poco de mi vida: cómo me voy adaptando, mis sentimientos y hablo sobre nuestra manada.
Quizás, eso último lo escribí pensando en mi papá.
Gabriel se encargó de llevarme a la escuela y lo hicimos caminando, porque su auto se rompió y no anda trabajando, le dieron unos días. Seamos sinceros, él solo quiere ir a mi universidad para ver chicas y el asunto más importante y que me preocupa: ¡Quiere conocer a Ellie!
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El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un final
WerewolfEsta es la SEGUNDA PARTE de: El Alpha de las tinieblas Esta historia contara los nuevos caminos que deberá tomar mini Ethan. Una nueva generación se aproxima y con ello, nuevos misterios y secretos esperan a ser revelados. Una historia que te envol...