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Capítulo 66

"Uniendo cabos sueltos para Ellie"



NARRA ELLIE 


En estos momentos, estaba recostada sobre mi cama con mis auriculares puestos, escuchando un poco de musica clásica mientras repasaba mis apuntes de las siguientes materias, el hecho de que ahora comparta tiempo con mi pareja no va a impedirme que me distraiga de los estudios, de hechos Damian piensa igual. Eso es una gran motivación: estudiar juntos. 


—¡Hola! —entra mi hermana y se sube encima de mi cama aplastándome, pudo entrar porque la puerta estaba abierta.

—¡Hellen, me aplastas! —exclamo corriéndola y revoleándole una almohada —Me sorprende verte aquí y no entrenando en el garaje.

—¡Vamos! Necesitaba saber cómo le fue a mi querida hermana con su chico —me guiña el ojo —¿Qué tal te ha ido con Damian?

—Muy bien, bastante. ¡Tengo algo muy importante que contarte sobre nosotros! —insinué con emoción —¡Ya somos novios oficiales!

—¡¿Qué?! ¡No puedo creerlo! —me abrazó con muchas fuerzas hasta hacer sonar los huesos de mi espalda —¡Los felicito a ambos!

—Gracias pero, tú no te quedas atrás —sugiero —. ¿Cómo te fue con Gabriel? 

—¡Fue una locura pero me tomó la mano! Sí, no es la gran cosa, pero se supone que en su horario laboral esas cosas nunca pasan, es más, te puedo asegurar que nunca se tomó tal atrevimiento, aunque eso no significa nada.

—¿Por qué no? ¿No crees que puedas llegar a gustarle?

—No es eso, tengo confianza en mí, pero también soy realista. Él es un hombre adulto, no creo que le interesen muchachas de mi edad, y sí, soy mucho menor a Gabriel. Eso es un punto. 


Nos quedamos conversando con Hellen en mi cuarto hasta que la cena estuvo lista. Mi hermana me insistió en que me anime a confesarle a mamá sobre Damian y que comencé una relación con él, aunque para eso, tuvimos que contarle juntas todo lo que ha pasado desde que lo conocimos. Me alegra saber que cuento con el apoyo de mi madre en esta ocasión que es importante para mí, pues se trata de mi primer novio y, en un futuro, quisiera que ella  lo conozca.

Hellen se retiró de la mesa para ir directamente a jugar con Coco.


—Quiero felicitarte una vez más, cariño. Por tu relación —me toma la mano —. ¿Me ayudas a levantar la mesa?

—Claro —asentí llevando los platos mientras mamá se encargaba de los vasos y cubiertos.


Ahora que estaba sola con mamá, es de las pocas oportunidades que tengo para hablar con ella de un aspecto importante: nuestra historia. Mañana me voy a encontrar con Damian para que hablemos sobre nuestras familias pero no sabría qué contarle si mamá nunca me ha permitido saber casi nada, mucho menos de papá. 

Quisiera estar preparada para hablar de esto con Damian (nunca me voy a adaptar a decirle Ethan).


—Ma, ¿crees que podamos hablar a solas? —inquirí invitándola a tomar asiento sobre la mesa, sabía que Hellen estaría un largo rato entretenida fuera. 

El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora