El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un final

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Capítulo 95

"El rescate: ¿Samantha arrepentida?"

NARRADOR OMNISCIENTE 

Ethan estaba caminando piadoso de no realizar ningún ruido. Asimismo, sabía que su aroma era lo suficientemente fuerte para que pronto venga alguien a por él. Estaba a un solo paso de abrir la puerta principal que lo unía al interior de la fábrica donde Luca experimentaba con humanos cuando, un guardia lo descubre apuntándolo con la linterna.

—¡Ey! —reclama el guardia llamando la atención de sus compañeros.

Antes de que pudiera decir un chillido más, Ethan saca de su costado una navaja y se la revolea para atravesarle con precisión la yugular. 

—Al parecer no me encuentro tan oxidado —sonríe victorioso cuando siente voces y murmullos al otro lado; una discusión. 

Este se acerca sigiloso y se encuentra con dos hombres intentando someter a una mujer indefensa, la cual estaba encapuchada con una bolsa de tela que cubría todo su rostro. Ethan sin dudarlo un segundo, corre hasta estos dos desconocidos;
Uno de ellos intentó golpearlo pero a eso estaba acostumbrado, con su mano sostiene el puño y aprovecha para golpear en los genitales al otro contrincante. Al otro lo inmoviliza con un cabezazo en la frente que incluso traspasó la mascara de plástico que lo cubría.  

Cuando tuvo oportunidad, liberó a la mujer y se dio cuenta que se trataba de una vieja conocida.

—¿Samantha...? —indaga sorprendido.

—¿Ethan? ¡Ethan! —exclama abrazándolo ante la alegría de verlo al fin a pesar los años —No puedo creer que sigas con vida.

Él corresponde el abrazo y la ayuda a incorporarse: —¿Qué está pasando? 

—¡Luca es el responsable de todas estas atrocidades! —vuelve a abrazarlo. —N—no hay tiempo, debemos escaparnos. É—él vendrá por nosotros, seguro le informarán que escapé. 

—¿Escapar a dónde? ¡Necesito explicaciones! —exigió Ethan sosteniendo a Samantha de ambos brazos —¿Qué está pasando?

—¡Ven conmigo!

Ella lo toma de la mano y antes de salir de un sector fábrica, se anticipó de que nadie estuviera entre los alrededores. Cuando salieron, ella estampó con agresividad a su librante.

—N—necesito de tu ayuda, Ethan —cae de rodillas al suelo, sollozando —. ¿Quién diría que nuevamente ibamos a encontrarnos? Aquí...

 —¿Qué está pasando, Samantha? 

—Estuve siendo engañada —aclara ella entre agitación —, me siento culpable de decir que todos estos años estuve trabajando con Luca, ¡Pero te juro que fui engañada! Él utilizó mi sangre, me dijo que era para encontrar una cura a una extraña enfermedad que comenzaba a circular, como una pandemia. 

—¿Qué significa eso? —pregunta.

—Él es el causante de que haya humanos mutando con nuestra sangre —inquirió Samantha atemorizada —, necesito de tu ayuda, no soy solamente yo, él tiene secuestradas a más mujeres. Cuando intenté revelarme, me sujetó y encerró en un cuarto oscuro.