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Capítulo 22

"Las misterios nunca se van si no los resuelves"




Pasaron tres largas y agobiantes semanas.

Casi cumplo un mes conviviendo en Estados Unidos con mi padrino. En este tiempo, conversé con mi mamá por llamada y las cosas van muy tranquilas por allá (y el invierno ya se estaba presentando). Acá todo lo opuesto, hacia calor.

No hubo más desaparecidos, ni más muertos, ni rarezas. Las noticias anunciaron que encontraron un asesino que confesó ser el causante de todas las masacres halladas en los días anteriores. Mi padrino sigue insistiendo en que no fue obra de un ser humano, debe ser una mentira organizada para ocultar al verdadero (o a los verdaderos) culpables.

Yo sospecho que esa mujer enmascarada tiene que ver con todas las muertes. Aun así, de ella ya no supe más nada.

Las cosas parecieran volver a la normalidad (o eso querían aparentar) y yo tuve que adaptarme. Dejé mis investigaciones de detective y seguí con mis estudios, cada vez nos daban más contenido para leer y me costaba un poco cuando los profesores hablaban rápido, pero gracias al cielo, Ellie se empeña en explicarme y ayudarme.

Hablando de Ellie, cada vez nos llevamos mucho mejor. Cuando estamos solos, nuestras conversaciones son muy fluidas y tranquilizantes, pero todo cambia cuando se acerca Hellen con Raymond, es como si ella ya perdiera sus ganas de hablar.

La entiendo, Hellen parece una maquina de charla. Igual no la culpo, es muy divertida, hace varios chistes (entiende el humor negro a la perfección) y con ella nunca te quedas con temas sin hablar.


La alarma sonando a todo volumen de mi celular anunciaba que era un nuevo día para volver a la rutina. Me levanté y como siempre, caminé hasta el baño para darme un rápido aseo, me cepillé los dientes y bajé a ver al vejete. 

Al final, Ariana y Owen me dijeron que estaban conformes con mi esfuerzo, y después de hablar con el jefe del lugar (el que nunca está), me dieron el puesto y un nuevo horario; desde la tarde hasta la noche. Así que antes de entrar al trabajo, tenia un entretiempo para salir de la universidad y poder estudiar.


—¿Te están dando mucho para leer? —me habló el viejito mientras me servia una taza de café —Te acostumbraste muy rápido a este lugar.

—La universidad va muy bien, sigo tan emocionado como el primer día y ademas, tengo una compañera que es muy buena. Siempre me ayuda.

—¿Y es linda? —preguntó de forma atrevida.

—Ay, no empieces —tomé un sorbo de mi café y me puse a pensar en ella —. Sí, sí es linda. Pero no estoy interesado en novias, tengo otras cosas en mente.

—¡Ja! —se empezó a reír —Tenes veinte años nene, déjate de tonterías, Ethan. Es una edad muy esencial para disfrutar. Yo sé que estás con el estudio y tu trabajo, lo cual me enorgullece mucho pero no podes estar toda tu vida así. 

—¿Y entonces?

—Y entonces nada, es simple. Si hay una chica que te parezca bonita y te atrae, date vos mismo una oportunidad. Eso sí, deja que las cosas fluyan pero no pongas trabas. Permitítelo.


Durante el camino estaba pensando mucho en lo que me dijo el viejo y aunque en mi mente me negaba mucho darme oportunidades con una chica, él tenia razón y yo lo admitía. En Buenos Aires, estuve con tres chicas (como mucho) y sólo con una he llegado a tener una experiencia sexual. Nada más allá de eso.

Mi último beso fue hace un año y medio. 

La verdad que sí, quisiera volver a besar a una chica, pero no a cualquiera. En mi mente pensé instintivamente en Ellie, en su delicada risa, en su silencio acompañado de su sonrisa tierna, todo de ella era muy tierna. Es una persona tan transparente. 

Sonreí como un idiota al pensar en estas cosas.

Pero esa sonrisa desapareció cuando vi al mismo barrendero de aquella noche limpiando con agua, y a juzgar por el aroma que se me impregnó en las fosas nasales, tenia lavandina o cloro. ¡Es un completo asco! ¿Por qué tiene que limpiar una vereda tomando tanta precaución?

Esperen... ¿acaso esa no es la calle donde pisé aquellos restos de sangre?






¡Buenas, pulgas picaronas y salvajes! ¿Cómo están?

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¡Buenas, pulgas picaronas y salvajes! ¿Cómo están?

¿Qué piensan de ese barrendero? Bastante sospechoso, ¿no? Los que conocen a la autora, cuando un personaje aparece dos veces (o más) es porque algo tiene que ver. Los dejo pensando respecto a ese hombre y que tendrá que ver.

¡Disfruten mucho la lectura que tanto me gusta escribir!


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El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora