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Capítulo 34

"Plan de Hellen: en marcha"



NARRA HELLEN


La mañana daba un nuevo comienzo de un día espantoso. Estaba nublado y esas nubes grises, al igual que el clima, anunciaban lluvia y un leve viento fresco. Eso fue lo que pude presenciar por la ventana del cuarto de Ellie, y ella, estaba a mi lado en un intento de abrazarme.

Yo me encontraba muy desanimada por Ellie; anoche le confesé un hecho que no es muy importante pero pensaba que iba a alegrarse y fue todo lo opuesto, ella se largó a llorar como "La llorona", ¿conocen la leyenda?

Y creo saber el porqué.

Seguramente, ella ha discutido o peleó con ese misterioso chico. Estoy completamente segura que se comportó como un patán y al confesarle que a mi me gustaba un chico, es como si recordara lo mal que la habrá pasado. Encima ella es tan reservada... 


Mi plan va a ser animarla en todo el día, pero voy a necesitar consejos y ayuda y Ray no es la persona mas indicada. Sí, estoy hablando de Damian. 



NARRA ELLIE 


—¿Hellen? —pregunté sintiendo mi cama vacía a mi lado, recordaba que mi hermana estuvo conmigo por la noche e incluso sentía el calor junto a mí todavía.


Me senté sobre la cama refregando mis ojos en el intento de buscar mi celular y cuando por fin lo encontré, mis ojos se abrieron ante la sorpresa de saber que era muy tarde y tenia poco tiempo para prepararme, pues debía ir a la universidad. 


—¡Buenos días! —saludó mi hermana con una bandeja que contenía galletas del día de ayer sabor chocolate y vainilla y dos vasos con jugo de naranja.

—¿Y esta gran sorpresa? —le pregunté curiosa y con una sonrisa. 

—¡Ey! ¿Acaso no puedo consentir a mi hermana? —anunció —Ademas, nos queda poco tiempo, ¿puedo elegir tu outfit del día de hoy? 

—Si, y que sea un short por favor. Me encan- 

—Te encanta sentir las finas gotas de la llovizna en tus piernas. Lo sé —respondió Hellen completando mi frase a la perfección.


Enseguida correspondió a mi pedido combinando un short ajustado a mi cuerpo color bordo muy oscuro con una musculosa gris y un cinto color negro. En cuanto termine de comer algunas galletas y terminar mi jugo, estaba cambiándome cuando Hellen corrió a su pieza para también vestirse y desayunar lo más veloz posible evitando atragantarse. 

De repente, el teléfono de casa comenzó a sonar.


—¡Yo voy! —exclamó Hellen poniéndose el buzo —¡Seguro son los abuelos!

—¡Voy a llevar tu mochila abajo! —grité pero dudo que me prestado atención, pues ya estaba bajando las escaleras. 


Cuando abrí mi mochila para ordenar algunos libros, apuntes y fotocopias, me di cuenta que tenia conmigo el cuaderno de Damian, ¡Me había olvidado completamente de este cuaderno! Desde el día de ayer olvidé dárselo y no me dispuse a leerlo en ningún momento, creo que es algo que no me corresponde. Ademas, deben ser apuntes escolares. 

El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora