33

557 56 7
                                    


Capítulo 33

"Comparto tu dolor




Y entonces, con esa simple palabra, con esa simple respuesta tan relajada, sentí mi corazón exprimirse como si alguien apretara una uva. No podía detener los fuertes latidos de mi corazón resonar y un nudo se formó en mi garganta. 

No era capaz de soltar una mísera palabra. 


—Ay, no puedo creer que te hayas dado cuenta —suelta Hellen suspirando con total libertad —, ¿tanto se me nota? 

—S-Sí —fueron las únicas letras que salieron de mis temblorosos labios.

—Es raro, no es que Damian me encante pero no puedo negar que es un verdadero bombón. Ese chico está realmente bueno. 


Escuchar la emoción de mi hermana al hablar de Damian es cómo escuchar mi subconsciente cuando Damian me dice sus palabras bonitas, es educado conmigo o incluso lo veo llegar a la universidad todos los días. 

Y no puedo culparla, la entiendo.

Yo me siento exactamente así con Damian y me siento una tonta. Es extraño... pues no estoy enojada, no con Hellen, sino conmigo. Fui una tonta en no confesarle a mi hermana, a mi propia hermana, que estaba comenzando a gustarme un chico y ese chico, es Damian. Fue estúpido intentar esperar a conocerlo y dejar pasar de este modo el tiempo cuando cada día que pasaba, él me gustaba más. Fui una idiota en no confiar en mi hermana, ella me hubiera entendido e incluso apoyado, ¿en qué momento quise abrir mis alas sin contar con la confianza de la persona que siempre está a mi lado?

Ni siquiera pude evitar que el nudo en mi garganta comenzara a doler y mis ojos se cristalizaran hasta tal punto, de perder la visión de Hellen. 


—¿Ellie? ¿Ellie, qué pasa? —susurró mi hermana apoyando sus manos sobre mi rostro, intentando limpiar las lágrimas que caían. 


No aguante más.


—Realmente me alegro mucho por ti —musité con mi voz quebrada y la abracé para ocultar mi cara sobre su cuello.


Ella no dijo una sola palabra. Estaba al tanto que no creía en mis últimas palabras dichas pero ella no dijo nada. Sentí sus fuertes brazos rodearme por completo y me apegaron mucho más a su cuerpo, me sentía protegida. Me descargué y continué llorando hasta que juntas, caímos lentamente al suelo donde un completo silencio reinaba solo para dar paso a mis sollozos, los cuales intentaba retener.

Hellen en ningún momento aflojó su fuerza al abrazarme, me sostuvo como siempre lo hizo y estoy tan arrepentida de no haber confiado en ella. 


Finalmente, me dormí acompañada de la mejor persona: mi hermana.






¡Buenas, lobizones fortachones! ¿Cómo están?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Buenas, lobizones fortachones! ¿Cómo están?

Un capitulo bastante corto (ni siquiera alcanza las 500 palabras) pero sentí que necesitaban leer un poco más. Últimamente, con el trabajo, estaba bastante ocupada. Ademas, también pensé en no continuar esta historia por un tiempo porque realmente no estaba inspirada.

Espero poco a poco recuperar el ánimo para volver a escribir.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora