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Capítulo 37

"¿Y ahora qué hacemos, Ellie?"



NARRA ELLIE 


Las clases habían terminado y estaba un tanto preocupada, mi cabeza pensaba mucho en mi hermana y en dónde podria ella estar. Sé que no asistió a la universidad por dos razones: mi olfato no tan desarrollado nunca captó el aroma de Hellen y cuando me lo crucé a Raymond, sólo me informó que también esperaba que ella fuera, que le ha mandado mensajes y solo marcó el visto. Ni siquiera se dignó a responder.

Y no la juzgo. Sé que el hecho de que la abuela de nuestro padre, Arthur Morgan, haya fallecido le produce una sensación que a mí, lamentablemente no. Me afecta pero no al punto de que pueda llegarle a afectar a Hellen. 

Estaba acompañada de Ray y Damian en la salida de la universidad. 


—¿Y tienes una idea de dónde pueda estar Hellen? —cuestionó Raymond acomodando su gorrito color rojo.

—La verdad es que no, no sé si pueda llegar a estar en la casa o... en otro lugar. No sé —balbuceo agobiada. 

—Bueno, ¿quieres que te acompañe para tu casa y vemos si está ahí? —sugirió Ray mirando su celular pero no podia decirle que sí, me habia ya comprometido con Damian.

—Tengo otras cosas que hacer, te pido disculpas —agregué apenada pero el no se disgustó, solamente me sonrió.

—No te preocupes. Hagamos esto, yo iré a tu casa y si no está ahí, te mando un mensaje, ¿está bien? 

—Lamento tanto la molestia —dije mientras buscaba mis llaves, confío en Ray y él ha estado varias veces en casa, la verdad que darle mis llaves no es algo que me asuste.

—Ey, Hellen es mi mejor amiga y realmente me preocupa. 

—Gracias Ray —agradecí y él recibió mis llaves mientras caminábamos fuera del instituto, Damian solamente escuchaba nuestra conversacion sin intervenir.


Raymond tomó el camino más corto para poder llegar hasta la casa y así, verificar si Hellen se encuentra ahí, aunque lo dudo. Por lo general, cuando ella quiere estar sola busca lugares solitarios pero no tanto, como lo sería una plaza. En estos momentos, estaba a solas con Damian y no paraba de pensar en lo que leí esta mañana:

"Tengo que fingir ser Damian y usar lentes de contacto para que no supieran de mí..."

Quiero decir, esas simples palabras crearon una gran duda en mi interior. El hecho de que sea un lobo, lo que deriva que no soy un humano totalmente ordinario, implica que haya pensado la posibilidad de que existan otras criaturas, razas o especies. Algo así como leyendas urbanas que podrían llegar a existir.

¿Si nosotros existimos porque no podría ser real? 

No quisiera confesarle a Damian lo que leí, quizás estoy confundida o confundiendo hechos y es por eso que antes de precipitarme, seré cautelosa y voy a averiguar quién es realmente Damian. Estabamos caminando y lo miré por el rabillo del ojo y mi corazon palpitó con fuerzas.


—Lamento mucho la pérdida de tu abuela —habló sin mirarme a los ojos directamente —. La verdad es que no sufrí muchas pérdidas así que no sé qué es lo que deberia decir. Perdon.

El Alpha de las tinieblas: El comienzo de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora