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Me encontraba esperando a mi padre junto con mi equipo en el puente donde nos dijo que lo viéramos. Naruto y Sasuke seguian molestos tras la última misión que tuvimos, contra Zabuza.
Cuando mi padre llegó fuimos a hacer las misiones, misiones muy fáciles, pero que Naruto se tomaba muy en serio para vencer a Sasuke. Luego de las misiones hubo una pequeña discusión entre Naruto y Sasuke.
Un sonido familiar llegó a mis oídos, así que miré el cielo y noté una ave volando. Los exámenes chunnin.
—Bien, demos por terminado esto —lo miré.
Sasuke se fue y mi padre desapareció.
—Wow. Yo tengo hambre —caminé un par de pasos hasta darme cuenta que una roca cuadrada nos sigue a Naruto y a mi.
El rubio comenzó a correr de un lado a otro y luego se detuvo seguido de la roca.
—¿Konohamaru? —pregunté.
—Descubriste mi camuflaje, como esperaba, Jefa —una luz salió de esa cosa y luego dos bombas de humo llenaron el lugar.
Segundos después había tres niños tosiendo, entre esos tres está Konohamaru. El trio hizo una presentación que me gustó mucho, al terminar aplaudí con una sonrisa.
—Son muy lindos —admití.
—¿Están ocupados? Prometieron que jugarían conmigo a los ninjas —dijo Konohamaru.
—Iba a practicar mi Ninjutsu médico —respondí—. Pero puedo dejarlo para otro momento.
—Unos ninjas jugando a ser ninjas, que torcido —Sakura se acercó.
—Creí que ya te ibas —dije cruzada de brazos.
—Oigan, ¿Quien es ella? —pregunto Konohamaru, se quedó pensando unos momentos —¡Ya sé! Vaya jefe, ya sé que ella es tu... —levantó su dedo meñique—. Novia.
—Bueno, podríamos decir que ella está loca por mi —de pronto Sakura lo golpeó.
—¡Sakura! —le grité—. Deja de golpear por todo a Naruto.
