𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚜𝚎𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚎𝚒𝚜

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— 𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐎𝐅 𝐌𝐄 —

"𝑌𝑜𝑢 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝑚𝑒,
𝑠𝑜 𝑝𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑑𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑎𝑣𝑒 𝑚𝑒"

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Veía a todos en el escuadrón atacandose mutuamente ante la noticia de que los Zetsus pueden transformarse en alguno de nosotros sin ser descubiertos fácilmente

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Veía a todos en el escuadrón atacandose mutuamente ante la noticia de que los Zetsus pueden transformarse en alguno de nosotros sin ser descubiertos fácilmente.

Al parecer el primer ataque pasó en la zona donde se encuentra el escuadrón médico, algunos cuantos Zetsus se hicieron pasar como ninjas heridos para destruir a los doctores, una buena táctica para ganar la guerra, pero Shikaku y los demás pensaron en algo.

Esquivé un ataque que un ninja de la roca me envió y golpeé su rostro con mi puño.

—¡Vuelve a intentar atacarme! —grité molesta mientras él toca su nariz.

—¡Lo siento! —se disculpó con dolor.

—Estos estúpidos Zetsus me están comenzando a sacar de mis casillas —ataqué con mi Chidori a uno que resultó ser un Zetsu.

—Hana —di la vuelta al oír su voz y me sorpendi viendo a dos Nejis frente a mi.

Mi mirada pasó de uno a otro, solté un quejido de frustración y me crucé de brazos para mirarlos detalladamente.

—Hana, soy yo —uno de ellos se acercó a mi.

—No te acerques —dije con la guardia en alto.

—Soy el verdadero —dijo estirando su mano en mi dirección.

—¡No le hagas caso! —solté un suspiro, irritada por la situación. Pegué un salto y mi puño se impactó contra el Neji más cercano a mi.

Su cuerpo en el suelo comenzó a volverse blanco hasta dejar al descubierto al Zetsu.

—¿Cómo... Cómo lo sabías? —preguntó el verdadero.

—No lo sabía —sus ojos se abrieron de más y tragó con miedo—. Me dejé llevar por mi instinto —contesté con calma—. Funcionó.

—Sí, que bueno que le diste al falso —dijo Nervioso.

—Vamos, sabía que no eras tú —me detuve frente a él—. Tu mirada no estaba en mis ojos.

—¡No es mi culpa! —se quejó.

—Mantén tu mente de adolescente con hormonas alborotadas en control —lo señalé.

Neji sonrió de lado soltando una leve risa.

—Lo intentaré —besó mi mejilla.

—¡Hinata! —grité al ver que tres ninjas de la nube la rodean y apuntan con sus espadas.

De pronto, cuando estaban por atacarla, Naruto apareció frente a ella cubriéndola del ataque.

Corrí a él para ayudarlo contra los que se acercan a atacarlo, al lograr derrotarlos noté que los Zetsus tocados por Naruto se volvían árboles.

—¿Estas bien, Hinata? —preguntó.

—Sí —contestó.

—Naruto —me acerqué a él mirándolo con sorpresa—. ¡Te ves genial!

—¡Hana-chan, tenemos que terminar con esto ahora! —asentí—. Además, prometí volver para pasar nuestro cumpleaños juntos.

—Lo pasaremos en medio de esto, pero si estamos juntos, será un gran cumpleaños —ambos asentimos y nos dirigimos a los demás para deshacernos de los impostores.

Naruto nos decía a quienes atacar y siguiendo sus instrucciones comenzamos a deshacernos poco a poco de los Zetsus.

—Hana —me detuve escuchando la voz de Shikaku.

—Shikaku-san, ¿Qué pasa? —pregunté en mi mente.

—Naruto y Bee se enfrentan contra los Jinchurikis, necesitan refuerzos, tu padre y Gai se dirigen a él —miré a mis compañeros peleando contra esas cosas—. Te necesitan.

—Lo sé —miré a Neji—. Naruto necesita de mi ayuda, tengo que ir, ¿Estarán bien? —asintió.

—Iremos en cuanto terminemos aquí —dijo mirándome—. Ten cuidado.

—Tu también —pensé un momento en como llegar rápido—. ¡Naruto! —le grité llamando su atención—. ¿Tienes la Kunai contigo?

—¿Eh? Sí, el verdadero la tiene siempre consigo —agradecí y en unos segundos aparecí con el verdadero Naruto.

—¡Konoha Tsumuji Senpū! —la voz de Gai se escuchó en el lugar.

Tomé a Naruto del brazo y junto con mi padre lo llevamos lejos del enmascarado llamado "Tobi".

—¿Estas bien, Naruto? —pregunté mientras suelto un golpe a la roca de su espalda destruyéndola.

—Han llegado tres bichos más, no harán un gran cambio, no podrán contra mis habilidades oculares y las bestias —dijo mirando a cada uno de nosotros.

—Ya lo veremos —contesté con el ceño fruncido—. Tener esos ojos y a las bestias con colas no te garantizan la victoria.

El suelo comenzó a moverse, miré a nuestras espaldas y ví al Gobi corriendo con dirección al pulpo enorme, el Hachibi.

—Su objetivo es el Hachibi —dijo mi padre mirando la escena.

—No, es ese sujeto —el Gobi dió un salto tratando de atacarlo, pero una cadena de color púrpura lo rodeo del cuello y lo hizo caer al suelo.

Los ojos del Gobi cambiaron, ahora en ellos se puede ver el Sharingan.

—¡Eso es tan cruel! Lo está obligando a pelear por él —lo miré molesta—. ¡Pelea por tu cuenta, maldito cobarde!

—Aún si peleo contra ustedes yo solo, podría ganar con facilidad —solté una risa llena de sarcasmo.

—¿No crees que nos estás subestimando mucho?

De pronto las demás criaturas llegaron y nos rodearon, pero dos de ellos tomaron sus apariencias de animales, un enorme mono y una clase de babosa extraña.

—Cobarde —dije en dirección al enmascarado—. Juro que haré que los liberes.

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𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑂𝑓 𝑀𝑒 ➛ 𝑁𝑒𝑗𝑖 𝐻𝑦𝑢𝑔𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora