¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Bien, tenemos que irnos. —dije acomodando mi mochila sobre mis hombros.
—Tengan buen viaje.
—Lo haremos, gracias —Naruto se comenzó a despedir de ellos. Repentinamente Kankuro se puso frente a mi tomando mis manos entre las suyas.
—Gracias por salvarme, sin ti, no hubiera sobrevivido —habló muy cerca.
—No fue nada, y no lo hice sola, Saku... —Gaara se acercó a nosotros apartando a su hermano de mi.
—Hana, gracias por todo lo que hiciste —me miró atento.
—Me gustaría agradecerte de alguna menea, ¿Qué te parece ir a tomar algo cuando nos veamos de nuevo? —Kankuro regresó.
—O comer —está vez Sugirió Gaara acercándose de la misma manera que su hermano.
—Eh... Yo...
—Vaya, mis dos hermanos molestando a una chica —se burló Temari.
—¿Qué dices? —preguntaron a la vez.
—¡Hana-chan! —Naruto se puso frente a mi con los brazos abiertos y dándome la espalda—. Mantenganse alejados de mi amiga —se giró para mirarme—. Andando —me asomé un poco para ver a los demás.
—Gracias —les sonreí provocando que ambos se sonrojen y después me acerqué a su hermana—. ¡Te voy a extrañar Temari! —la abracé—. Yo cuidare a cierto vago por ti.
—¡Hana! —me regañó, pero se acercó a mi oído—. Más te vale —solté una pequeña risa y asentí—. Nos vemos.
—¡Nos vemos! —me despedí de ellos.
El viaje a la aldea de la hoja comenzó, Naruto y yo íbamos hablando sobre las técnicas que usamos a la hora de pelear y recordando los entrenamientos comparando muestro progreso. Mientras hablabamos ví de reojo a Neji quien mantiene su mirada sobre nosotros.
—¿No puede ir más rápido, Sensei? —gritó Tenten girando a ver a Gai, el cual está ayudando a mi padre a caminar.
De pronto un grito se escuchó y giramos a verlos, papá estaba sobre la espalda de él y comenzó a correr a toda velocidad.