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Abrí los ojos con pesadez, mis planes eran dormir hasta la hora de la comida, ¡Pero estoy despierta a las doce de medio día! ¿Por qué siempre me salen las cosas mal?
Me senté en la cama y observé mi habitación con pereza.
—¿Debería seguir durmiendo? —me recosté de nuevo y me acomodé.
Cerré mis ojos y esperé a quedarme dormida, pero nada sucedió.
—¡Agh! —solté un gruñido y me levanté.
Me metí a dar una ducha, me gesto y luego bajé a prepararme algo para desayunar, mi padre no se encontraba en casa, pero había una hoja sobre la mesa.
—Tuve una misión —leí la nota—. Debió haber salido por la noche.
Al terminar de desayunar decidí ir a buscar a la tía Tsunade para ver si me puede entrenar hoy.
—Hana-chan —Ino se acercó acompañada de Sakura y Hinata.
—Hola, ¿Qué pasa? —ví a Sakura llorando, lo que me hizo saber que algo anda mal—. ¿A caso ocurrió algo muy grave?
—¿No lo sabes? —negué.
—¿Saber que? Me acabo de despertar —contesté sin preocupación.
—¡Hana! —Ino me sujetó de la muñeca y corrió llevándome detrás de ella.
Las cuatro nos dirigimos a un parque con muy pocos niños jugando y nos sentamos bajo la sombra de un árbol.
—Lo que pasa es que... —miró de reojo a Sakura—. Pasó algo por la madrugada —comenzó a explicar.
—¿Atacaron la aldea? Porque mi padre no está y probablemente fue por eso —expliqué aún confundida, ellas negaron—. ¿Entonces?
—Sasuke se fue de la aldea —mis ojos se abrieron de más por las palabras de Ino.
—¿¡Qué!? —asintió.
—Por lo que escuché, se fue con Orochimaru —siguió explicando.
Sakura comenzó a llorar aún más mientras Ino me cuenta todo esto.
—Enviaron un equipo de rescate —continúo—. Fue formado en cuanto Sakura avisó lo que ocurrió.
—¿Quienes? —pregunté para saber quiénes fueron los del equipo.
