𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎

6.5K 797 303
                                    

╭────────♡────────╮
 
— 𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐎𝐅 𝐌𝐄 —

"𝑌𝑜𝑢 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝑚𝑒,
𝑠𝑜 𝑝𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑑𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑎𝑣𝑒 𝑚𝑒"

╰────────♡────────╯

Corría muy rápido con una sola cosa en mi mente sin poder creerlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Corría muy rápido con una sola cosa en mi mente sin poder creerlo.

"Jiraiya fue a la aldea de la lluvia, tuvo un encuentro con el líder de Akatsuki, lamentablemente, Jiraiya..."

Cerré los ojos con fuerza mientras la voz de la tía Tsunade dice una y otra vez esas palabras en mi mente. Me detuve con la respiración agitada, tragué tratando de deshacer el nudo en mi garganta antes de hablar.

—Shizune —murmuré.

—Hana, Naruto. El maestro Jiraiya... —me acerqué a la camilla y solté un par de lágrimas.

Naruto también lo hizo y miró en silencio, sus puños se cerraron con mucha fuerza mientras lo veía.

—Él está...

—Está vivo —lo interrumpió Shizune—. Uno de sus sapos lo logró sacar con vida, pero llegó muy mal herido, no sabemos cuándo despertará —la miré—. O si lo hará.

—Quieres decir que... ¿Tal vez nunca despierte? —preguntó Naruto.

—Así es —contestó con tristeza—. Además, Tenemos que vigilarlo o puede que en cualquier momento él...

El rubio soltó un par de lágrimas y se fue corriendo. Mi mirada se puso sobre Ero-sennin.

—Tienes que vivir, por favor —tomé su mano llorando un poco—. Naruto quiere que lo veas cumplir su sueño, no puedes dejarlo, somos lo más cercano que tiene de una familia, por favor, abuelo.

—Hana, deberías descansar, apenas ayer volvieron de la misión y no has dormido nada. —puso su mano en mi hombro.

—Lo intentaré —le sonreí de lado, Shizune asintió y salió de la habitación.

Me levanté y caminé al otro extremo de la habitación sentandome en una silla.

—Itachi —solté un suspiro—. Tu tambien debes despertar pronto —lo miré con una expresión de tristeza—. Por favor.

Me puse de pie y salí de la habitación con dirección a la salida del Hospital, al estar fuera caminé con calma.

—Hana Hatake, Lady Tsunade la llama —dijo un ANBU que se puso frente a mi.

—Gracias —desapareció.

Minutos después ya me encontraba entrando a la oficina de ella. Me miró con el ceño fruncido y con un poco de molestia en los ojos.

—¿Qué ocurre? —pregunté deteniendome frente a su escritorio.

—¿Qué tienes que decir en tu defensa? —me crucé de brazos—. Sobre Itachi.

—No lo podía dejar ahí.

—¿Cómo supiste que aún vivía?

—Lo supe en cuanto puse mi cabeza en su pecho, pero mantuve mi actuación porque alguien nos estaba vigilando —expliqué—. Sabía que si no llegábamos a tiempo él... Moriría, así que en cuanto llegamos lo llevé al hospital.

—¿Y que creés que haremos con él? Sabes perfectamente que es un criminal.

—Tú y yo sabemos que no es así —dije con firmeza—. Él solo seguía ordenes del estúpido del tercer Hokage —me acerqué y golpeé mi palma en el escritorio—. ¡Sin él de nuestro lado, Naruto ya no estaría aquí! —grité molesta.

La tía Tsunade me veía como si me hubiera vuelto loca.

—Así que dirás qué él nunca fue nuestro enemigo, lo dejarás ser uno más de nosotros y lo protegerás del imbécil de Danzō —exigí cerrando mi mano con la que golpeé el escritorio.

—¿Se te olvida que soy la Hokage? Tu no puedes decirme que hacer —solté una leve risa.

—Si no lo haces, me iré de la aldea con él y no volverán a saber de nosotros, nunca —se sorprendió demasiado ante mis palabras.

La tía Tsunade pensó un momento y luego formó una sonrisa de lado.

—Podrías ser una gran Hokage algún día —soltó un suspiro—. Muy bien, Itachi Uchiha vuelve a ser parte de la aldea de la hoja —asentí y me alejé—. Y cuida la forma en la que me hablas.

—Sobre la enfermedad de Itachi —me crucé de brazos.

—Lo sé, ya preparé una medicina especial para él, con eso estará bien en días, pero la deberá beber cuando despierte —explicó.

—Me retiro —le sonreí y salí de su oficina.

Al cerrar la puerta solté un suspiro.

—Vaya que estoy loca —me encogi de hombros y salí de la torre Hokage.

Caminé por la aldea hasta que encontré a Naruto sentado solo en una banca notoriamente desanimado. Entré a una tienda cercana, compré una paleta doble y al salir me senté a su lado.

—Él estará bien —dije segura de eso mientras abro la paleta.

—¿Y si no? ¿Qué pasará si muere? —una lágrima corrió por su mejilla.

Le acerqué la paleta para que arrancará su pedazo.

—Estamos hablando de Ero-sennin, el más cool de los tres legendarios Sannin —tomó su lado de la paleta—. Pero debemos hacer una cosa.

—¿Qué?

—Lo tenemos que vengar —me miró.

—Pensé en lo mismo, tenemos que hacerlo —asentí—. Acabaré con cada uno de ellos.

—Lo haremos juntos —miré al frente—. Pero para eso, debemos volvernos mejores, mejores que ayer, que hoy y que mañana.

—¡Los vamos a acabar! —gritamos ambos al mismo tiempo.

Itachi y Ero-sennin deben despertar pronto, mientras tanto, Naruto y yo nos enfocaremos en mejorar para cuando llegue el momento de enfrentarnos con los Akatsuki que faltan.

Itachi y Ero-sennin deben despertar pronto, mientras tanto, Naruto y yo nos enfocaremos en mejorar para cuando llegue el momento de enfrentarnos con los Akatsuki que faltan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑂𝑓 𝑀𝑒 ➛ 𝑁𝑒𝑗𝑖 𝐻𝑦𝑢𝑔𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora