𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑂𝑓 𝑀𝑒 ➛ 𝑁𝑒𝑗𝑖 𝐻𝑦𝑢𝑔𝑎

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚗𝚘𝚟𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚒𝚎𝚝𝚎

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— 𝐁𝐄𝐒𝐓 𝐎𝐅 𝐌𝐄 —

"𝑌𝑜𝑢 ℎ𝑎𝑣𝑒 𝑡ℎ𝑒 𝐵𝑒𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝑚𝑒,
𝑠𝑜 𝑝𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑑𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑎𝑣𝑒 𝑚𝑒"

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—¿Entonces no recuerdas el nombre del río o donde se ubica? —volvió a preguntar Naruto sin comprender.

—Exacto, solo recuerdo que nos vimos ahí por última vez —pensé un momento tratando de analizar lo que ocurre.

—¿Sabes cómo lucía el lugar? —pregunté para conseguir más información.

—Boscoso, algo que me dice que es cerca de esta aldea —contestó tratando de recordar algo más.

—Tengo una idea —Neji se levantó y buscó algo de la sala de la biblioteca en dónde nos encontramos.

Él se acercó de nuevo y puso un mapa en la mesa.

—Hay algunos ríos en la tierra del fuego —señaló los lugares.

—¿Y como encontraremos a tu esposo? No creo que solo esté ahí parado esperando a que ella llegué —volví a hablar—. ¿Quedaron de verse algún día?

—El siete de este mes, nos tenemos que ver en ese lugar —Naruto nos miró de inmediato al oír la fecha.

—Ese es el día del festival —dijo preocupado.

—Entonces iremos y te ayudaremos a encontrar a ese chico —ambos me miraron de inmediato.

—Tengo que ver a Hinata en el festival —me miró con súplica haciéndome soltar un suspiro de rendición.

—Hagamos una lista de los ríos y su ubicación —comencé a hablar—. Iremos a buscar los ríos, si ella cree que uno de esos se parece al que recuerda, esperaremos a que él aparezca y volveremos lo más rápido posible—. Expliqué con calma y con una sonrisa de victoria ante mi excelente plan.

—¿Tú esposo es puntual? —solté una risa ante el comentario de Naruto, él solo se encogió de hombros.

—Sí, dijo que nos veríamos justo a las doce, cuando el día siete comience —contó con una gran sonrisa.

—Habla de las doce de la media noche —habló Neji—. Significa que si todo sale bien, podremos volver a la aldea lo más rápido posible —calmó a Naruto.

—Bien, partimos mañana —Orihime me sonrió emocionada y me abrazó con fuerza.

—Gracias por ayudarme, estoy segura que lo encontraré —asentí mientras se aleja un poco de mi.

—Te ayudaremos a que así sea. Iré a hablar con mi padre para decirle todo lo que haremos —informé tomándola de los hombros.

—Iré contigo —Neji se acercó a mi.

—Yo debo ir a ver a Hinata —avisó Naruto.

—¿Quieres venir, Orihime? —ella Sonrió y negó.

—Tu novio y tú deben querer pasar tiempo a solas. Daré un paseo por la aldea, me gustaría conocerla mejor.

—Muy bien, te veo después, ¿Sabes dónde está el lugar donde dormirás? —movió la cabeza de forma afirmativa—. Muy bien.

Neji y yo fuimos a la oficina de mi padre sujetados de la mano, al entrar mi lindo padre miró nuestras manos y después a Neji con un gesto muy serio.

—La ayudaremos —avisé con una sonrisa.

—¿A qué? —preguntó mirándome.

—Dijiste que debía ayudarla, sabemos que está casada y verá a su esposo el día siete en un río, saldremos mañana a buscar ese río —expliqué con calma.

—¿Mañana? Hay como diez ríos a lo largo de la tierra del fuego —asentí.

—Lo sé, por eso iremos a cada río hasta encontrar el de sus recuerdos.

—Tienen que llegar antes del festival —solté un suspiro fastidiada.

—¿Por qué es tan importante ese festival? Se hace cada año —negó.

—El año pasado no se hizo, llovió —lo miré sin creer lo que dijo.

—Es solo un festival —volví a decir.

—Solo llega antes del festival —asentí—. ¿Quienes irán?

—Neji y Naruto me ayudarán.

—Serás la líder del equipo, vayan mañana y asegurense de que se encuentren.

—Muy bien, te veo en la cena —lo señalé—. No has comido en todo el día.

_Ahí estaré —Neji y yo salimos de su oficina.

—¿No ha ido a casa? —preguntó.

—Desde hace una semana, siempre le llegan documentos en exceso, por eso me pide ayuda de vez en cuando.

—Ser Hokage es mucha responsabilidad.

—Ni que lo digas. ¿Has visto a Gai? Su recuperación es increíble, lo ví corriendo con los brazos —solté una leve risa.

—Él y Lee se la pasan haciendo ejercicios extremos para animarlo en la terapia —me sujeté de su brazo recargando mi barbilla en su hombro.

—Me gusta tu aroma —murmuré con una sonrisa.

—A mí me gusta el tuyo —pasó su brazo por detrás de mi abrazándome y pegandome más a él—. ¿Segura que no irás al festival?

—Segura, no quiero asistir, prefiero quedarme en casa y en mi cama —dijo con una sonrisa emocionada.

—¿Estas segura? —asentí—. Entonces seremos los dos solos en tu habitación.

—Suena bien, tal vez podamos hacer algo divertido. ¡Jugaremos cartas! —dije con emoción.

—No me gusta jugar cartas —solté una risa al recordar porqué.

—Es verdad, no eres bueno jugando con cartas, la última vez que jugamos con los demás, no quisiste dejar de jugar hasta ganar —recordé ese día.

—Estoy seguro que Kiba hacia trampa —comencé a reír ante su respuesta—. No es gracioso, él quería quedar bien frente a ti y por eso hizo trampa.

—Tu pudiste hacer trampa más fácil, pero no lo hiciste.

—Todos me iban a ver —soltó una pequeña risa—. Deja de reírte de mi.