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—¿Cuántos ríos faltan? —preguntó Naruto cansado mientras nos detenemos para descansar.
—Solo hemos visto la mitad —miré el cielo comenzando a anochecer—. ¿Quieren continuar mañana? Podemos descansar ahora.
—Yo sí quiero descansar —dijo Naruto.
—Me siento bien, pero no quisiera que quedaran agotados por mi culpa —habló Orihime.
—Nos quedaremos aquí y partiremos mañana —Naruto asintió—. Hagamos una fogata.
Apunté en medio del lugar y de la palma de mi mano salieron pedazos de madera, después arroje una llama encendiendola.
—Wow, eso fue sorprendente —Orihime aplaudió con una gran sonrisa.
Hicimos nuestro campamento improvisado en el lugar, Naruto y Neji se quedaron junto a la fogata mientras que yo me acerqué a Orihime quien está sentada bajo un árbol alejada de los demás.
—¿Estas bien? —me senté a su lado.
—Solo pensaba un poco —me miró—. ¿cuál es su historia? —señaló con la mirada a Neji.
—Eh, pues —sonreí muy grande—. Nos conocimos cuando éramos muy niños, solo nos vimos esa vez y luego nos reencontramos, tiempo después comenzamos a salir —miré a Neji—. Me fuí a entrenar por dos años y medio y al volver seguimos con la relación.
—¿Y aún lo amas? —asentí.
—Lo amo de una manera tan fuerte que es difícil de explicar — abrazó sus rodillas y sonrió con emoción.
—¿Por qué no te gusta el festival de Tanabata? —mi sonrisa se borró.
—Solía asistir a ese festival con alguien —me crucé de brazos—. Era de nuestros favoritos y nos divertíamos mucho, él murió dos días después de que disfrutamos de ese festival.
—¿Quien era?
—Él era un chico que yo consideraba mi hermano mayor —mis ojos se llenaron de lágrimas ante su recuerdo—. Lo ví morir.
—¿Cómo?
—Yo estaba escondida en un árbol y él hablaba con Itachi con uno de sus ojos cerrados y sangrando, le dió su otro ojo a su amigo y luego... —tomé aire con dificultad—. Se arrojó de un precipicio.
