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—¿El entrenamiento fue duro? —pregunté a Sakura.
—Demasiado, tenías razón, no se contuvo como tú —asentí—. Aunque me dijo que fue más dura contigo.
—Sí, siempre terminaba con las manos muy heridas y algunas cosas rotas —me encogi de hombros—. Pero nada grave.
—Los exámenes chunin, ¿Eh? —habló Naruto.
—Eso me hace recordar que tu eres el único de nuestra generación en no pasar los exámenes. Todos son chunin exepto tu — Naruto se sorprendió ante las palabras de Shikamaru.
—¿¡Eh!? ¡Sakura! ¿Tu también eres chunin? —preguntó muy alterado.
—Pues claro —le sonrió.
—Y no has oído toda la historia, Kankuro, Neji y Temari han llegado aún más allá, superaron las expectativas y los tres son Jōnin —terminó de contar.
—¿De verdad? —asintió—. ¿Y Gaara?
—Se volvió el Kazekage —miré a Naruto esperando su reacción.
—Lo logró, que bien —sonreí de lado.
—Oye, Temari —me acerqué a ella—. ¡Estas muy linda! —dije con emoción.
—Gracias, tu no te quedas atrás —sonreí un poco sonrojada y la abracé por los hombros.
—Shikamaru y tú, ¿Tienen algo? —ahora ella se sonrojó y negó.
—Como si yo quisiera —solté un suspiro desanimado.
—Ou, que lastima —me lamenté—. Oigan, los veo en el campo de entrenamiento —ellos me miraron.
—¿A dónde vas? —preguntó Sakura.
—Tengo que ir a visitar a alguien. —comencé a correr.
—¡Pero Neji no está! —gritó.
—¡No es él!
Luego de pasar por algo, llegué corriendo y me puse de rodillas.
—¡Volví! —grité con emoción—. Al fin volví, Shisui —me quedé unos momentos en silencio—. Veo que los claveles aún están como el primer día, pero te he traído flores frescas —las dejé a un lado—. Hay tantas cosas que tengo que contarte, pero tengo poco tiempo, así que solo vine a verte, volveré cuando tenga más tiempo libre. Te amo —besé dos de mis dedos y toqué su nombre.
